Enganché el día bien pronto para La Bien Querida, que tenía ganas de verla en directo. Y, bueno, un concierto agradable y en buena sintonía con el público, aunque la veo más naíf de lo que aparenta pretender. Luego Tulsa prensentaron sobre las tablas el giro que han dado a su sonido, desde el americana de sus inicios hacia algo más oscuro y elaborado. Prefería su etapa inicial. En cambio, Kokoshca sí que elaboran bastante bien sus desarrollos guitarreros y realizaron una estupenda actuación. Los canadienses Chad VanGaalen no acabaron de cuajar ni se les vio un sonido muy definido dentro de una especie de indie-folk-rock. Melange no estuvieron mal pero su rock psicodélico se vuelve muy espeso muchas veces. Y llegaron Perro para dar un poco de frescura y desenfado. Los murcianos funcionan muy bien en directo con su post-punk-progresivo nuevaolero. O algo así.
Y llegaron los escoceses The Jesus And Mary Chain para hacer uno de los mejores conciertos que les he visto nunca. Quizá la edad les ha templado algo pero también les ha dado un virtuosismo y una profesionalidad envidiables. Van a lo suyo, domando el ruido, desde lo emotivo a los desatado. Eso sí, los hermanos Reid no se hablan, cada uno a lo suyo, Jim en el micrófono con su voz particular y William a la guitarra en su rinconcito, saturando los amplis a voluntad. Una delicia de setlist que abarcó (casi) todas sus épocas y diferentes sonidos. Después, Los Planetas. Antes eran mi banda de referencia pero su última etapa entroncada con el flamenco nunca la he entendido, la verdad. Pero el caso es que los granadinos siguen cautivando en directo, aunque J tenga la (mala) voz que tiene, y cuentan con canciones gloriosas para dar y tomar. Y como el sonido estuvo bastante aceptable, pues se disfrutó buenamente.
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