Solo estuve el sábado 24, día en el que mi prioridad absoluta era ver a La Paloma, la nueva banda madrileña que se ha estrenado con un auténtico discazo de indie-rock de influencia muy noventera, "Todavía no" (2023). ¡Como para perdérselos! Estuvieron impecables, directos y guitarreros, dando muestras de lo sólidos que son ya como banda, con los dos líderes turnándose a las voces y con un catálogo ya de canciones magníficas realmente imbatible: empezaron con "Sigo aquí" pero de este disco también cayeron "Algo ha cambiado", "Caracola pálida", "El adversario" o "No es una broma", entre otras del álbum, así como gloriosos temas previos como "Bravo Murillo", caldeando aún más el ambiente ya de por sí caluroso de las 16:20, hora a la que empezaron (aunque ya merecerían salir más tarde).
El otro plato fuerte para mí eran Los Punsetes, que venían presentando el estupendo "AFDTRQHOT" (2022), aunque su repertorio supuso un buen recorrido por su carrera. El indie-pop-rock que practican es muy particular, sobre todo por sus letras ácidas y una Ariadna estática (y con vestimentas imposibles) que es un verdadero emblema. Tenéis que escucharlos si no los conocéis. También merecieron la pena los barceloneses Sidonie con su pop y su empatía, los gerundenses Cala Vento y su powerpop enérgico, los angelinos Allah-las y su rock psicodélico (aunque un poco lánguido), y el electro-pop de Ladytron y de Metronomy.