jueves, 26 de julio de 2012

TELEVISIÓN / "The Newsroom", la gran serie sobre periodismo

Aaron Sorkin, creador de esa estupenda serie política que era "El Ala Oeste de la Casa Blanca" (1999-2006) o guionista de la verborreica película "La red social" (David Fincher, 2010), presenta ahora "The Newsroom" ("La redacción"), directamente la mejor producción audiovisual sobre el mundo del periodismo que se ha hecho desde "Todos los hombres del presidente" (Alan J. Pakula, 1976) y "Lou Grant" (1977-1982). Por desgracia, tanto el cine como la televisión han retratado casi siempre al periodista como alguien egoísta, buscador de su propia fama, tendente a mezclarse en asuntos turbios, movido por fines oscuros, expresión del más puro sensacionalismo, en una palabra: despreciable. Desde el divertidamente ruin personaje que interpretaba Cary Grant en "Luna nueva" (1940), de Howard Hawks, pasando por el patético y egomaníaco (y magistral) retrato que Orson Welles nos brindó en "Ciudadano Kane" (1940), el taimado y vil interpretado por Kirk Douglas en "El gran carnaval" (1951), de Billy Wilder, el morboso papel del periodista en "A sangre fría" (1967), de Richard Brooks, la superficialidad mostrada en "Al filo de la noticia" (1987), de James L. Brooks, los sucios entresijos y manipulaciones en "La cortina de humo" (1997), de Barry Levinson, o el control total ejercido sobre la persona en "El show de Truman" (1999), de Peter Weir... Casi siempre ha habido connotaciones negativas en una profesión bajo permanente cuestión. Poco rastro de la nobleza del oficio y de su responsabilidad social para con una información veraz y útil para la comunidad. Sí es cierto que en los últimos tiempos nos hemos encontrado pequeños oasis en los que el periodista no era precisamente el villano, tal como "El informe Pelícano" (1993), de Alan J. Pakula, "Buenas noches y buena suerte" (2005), de George Clooney, "El desafío: Frost contra Nixon" (2008), de Ron Howard, y "La sombra del poder" (2009), de Kevin MacDonald.

Pero ningún modelo más positivo que "The Newsroom", un verdadero monumento a los buenos profesionales del periodismo, el que está hecho sobre las bases de la investigación, la información contrastada, el rigor y la búsqueda del progreso de la sociedad. La serie está articulada en torno a la redacción de un informativo televisivo (sí, ese medio tan vilipendiado) en el que el presentador es veterano y experto en no mojarse. Ha olvidado una de las esencias del periodismo: su combatividad para poner en evidencia los errores y mentiras y permitir que el ciudadano tenga todos los elementos de juicio frente a los que quieren ocultar sus actos reprobables. Pero la llegada de una nueva productora, y expareja del presentador, le hará volver a la primera línea del periodismo del bueno. Juntos, con un equipo lleno de gente joven y con ganas (aunque inexperto en algunos aspectos, como se irá viendo), abordarán distintas problemáticas basadas en hechos reales acontecidos en Estados Unidos (y otras partes del mundo) desde hace un par de años en adelante. Al mismo tiempo, se interrelacionarán muy bien las vidas personales de los protagonistas, un Jeff Daniels que está magistral y del que apenas se sabía nada relevante desde apariciones breves precisamente en películas de tema periodístico como "La sombra del poder" y "Buenas noches y buena suerte", así como Emily Mortimer, una de las mejores actrices británicas del momento ("Hugo" -2012-, "Shutter Island" -2010-, "Transsiberian" -2008-, "Match Point" -2005-).

martes, 17 de julio de 2012

LIBROS / "Un viaje por la economía de nuestro tiempo" (1994), de John Kenneth Galbraith

En estos tiempos de profunda crisis e incertidumbre porque se nos dicen "brillantes" frases como que "el Estado ha gastado lo que no tenía y por eso estamos así", os recomiendo fervientemente la lectura de este estupendo y aleccionador libro del economista canadiense John Kenneth Galbraith, en el que hace un repaso precisamente a la evolución de la economía (básicamente estadounidense y europea) a lo largo del siglo XX. De este viaje muy bien explicado se deduce rápidamente que las grandes crisis que han acontecido en los últimos 100 años han sido generadas por ciertas políticas económicas liberalizadoras y desreguladoras que han producido una burbuja que, a su vez, al estallar se ha llevado por delante el bienestar económico de buena parte de la población (no el de los más ricos, claro). Siempre ha sido así. Da lo mismo que hablemos de "el auge de las propiedades de Florida producido en la década de 1920" o el de los años 80 en Estados Unidos o el de la primera década del siglo XXI en España. El resultado es idéntico: "tras el colapso de dicha especulación, ya que todos los episodios especulativos llevan al colapso, quedaron los restos del naufragio económico: edificios de oficinas vacíos, una industria de la construcción desocupada, bancos repletos de errores colaterales recién descubiertos y una aguda restricción en cuanto a nuevos préstamos bancarios". ¿Os suena de algo?

Es importantísimo conocer la historia para no repetirla, pero... A veces parece que el hombre es el único animal que tropieza dos (o muchas más) veces con la misma piedra. ¿O acaso obedecen esas reiteradas caídas a los perpetuos movimientos de los especuladores por su afán de ganar más y más dinero, con la venia de los políticos correspondientes? ¿Incluso quizá se trata de un fallo sistémico de la economía capitalista que habrá que intentar reparar en beneficio de la mayoría? Un tema a reflexionar. Y, desde luego, que no nos vengan con las milongas de que la culpa la tienen las instituciones públicas. La responsabilidad principal está en el ámbito privado y sólo los políticos cómplices de ideario liberalizador pueden ser acusados de colaboradores necesarios. Pero una (evidentemente sabia y ponderada) intervención pública es necesaria para la estabilidad del sistema económico.

Como keynesiano de pro, J. K. Galbraith, lógicamente ensalzando a su maestro John Maynard Keynes, defiende la necesidad de que el Estado intervenga en la economía precisamente en los tiempos de crisis. Como hizo el Gobierno de Franklin D. Roosevelt (demócrata) en los años 30 para sacar a Estados Unidos de la depresión (y recesión) iniciada en 1929. Recordemos que el por aquel entonces presidente estadounidense, Herbert Hoover (republicano) abogó por la reducción del déficit y la bajada de impuestos como receta típica liberal-conservadora. El resultado: más recesión y más paro, cuya tasa llegó al 30%. Roosevelt y Keynes tuvieron que crear el New Deal, es decir, la intervención económica del Estado, para poder reactivar la economía y ayudar a los desfavorecidos con subsidios de desempleo. Gasto público, sí, que es lo único que puede salvar a un país cuando los bancos no prestan, las empresas no venden y los consumidores no compran. Una intervención necesaria porque, como advierte Galbraith parafraseando a Keynes, "la depresión no es por naturaleza una cosa temporal, no es una manifestación del ciclo comercial que se puede corregir por sí sola", el crecimiento puede no volver si no se aplican las correspondientes medidas. No es gastar lo que no se tiene, es invertir en el país de todos, con la contribución justa y proporcional de los ciudadanos en base a su renta y patrimonio (en los Estados Unidos de los años 50, el tipo marginal máximo para los ricos era del 92%, repito, 92% de sus rentas) para volver a sacar adelante la economía y cuidar de que no nos vuelva a pasar lo mismo.

lunes, 2 de julio de 2012

DEPORTES / Eurocopa 2012: España barre a Italia, gana la Eurocopa y hace historia

Un partido de auténtico lujo, con calidad, toque, orden, presión... perfecto, en fin, ante una Italia que se presentaba como una de las más técnicas de los últimos años sirvió a España para reivindicar su juego, ganar cómodamente 4-0 (la mayor goleada en una final europea) y hacer historia, enlazando consecutivamente tres trofeos internacionales de primer orden: la Eurocopa 2008, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, algo que NADIE hasta ahora había logrado. Sólo se acercó la Alemania de Beckenbauer, con su Eurocopa de 1972, Mundial de 1974 y subcampeonato europeo de 1976 (perdiendo con Checoslovaquia en los penaltis, gracias al afamado Panenka).

Un equipo que ya ha pasado a la historia y cuyo equilibrio es su mayor virtud. No se depende de nadie en particular, sino que todos los jugadores son de los mejores del mundo en su posición. Casillas como guardían insuperable bajo los palos, Ramos y Piqué como centrales ejemplares, Jordi Alba como lateral con rapidez de subida, Busquets y Xabi Alonso como centrocampistas defensivos e iniciadores, Xavi como cerebro creador, Iniesta como arquitecto planificador del ataque, Silva con su desborde, Cesc como verdadero (falso) delantero, Torres como uno de los grandes finalizadores... Y eso que no estaban dos de nuestros jugadores clave: Puyol abajo y David Villa arriba. Eso prueba que, más allá de personalismos, funciona el bloque. Y eso es mérito de Del Bosque. De él y de Luis Aragonés, el creador de un estilo que continúa y crece con el tiempo... Y no parece tener su fin.



Una alineación para la historia:

Portero
Iker CASILLAS

Defensas
Álvaro ARBEOLA
Gerard PIQUÉ
Sergio RAMOS
Jordi ALBA


Medios
Sergio BUSQUETS
Xabi ALONSO
David Jiménez SILVA
(sust. por PEDRO Rodríguez)
XAVI Hernández
Andrés INIESTA
(sust. por Juan MATA)


Delanteros
Cesc FÁBREGAS
(sust. por Fernando TORRES)


Banquillo
José Manuel REINA
Víctor VALDÉS
JUANFRAN Torres
Raúl ALBIOL
JAVI MARTÍNEZ
Santiago CAZORLA
Jesús NAVAS
Fernando LLORENTE
Álvaro NEGREDO