Había ganas de volver a ver a los estadounidenses Band Of Horses en Madrid, después de la cancelación por pandemia de su concierto previsto para marzo. Los de Seattle se mostraron ya desde el principio con muchas ganas de bordar un gran concierto, las mismas que les demostró todo el rato la gente, y así fue: una actuación memorable. Su sonido fue prácticamente impecable (a pesar de celebrarse en La Riviera) y así pudimos disfrutar de su particular rock (con toques folk) de guitarras brillantes, momentos evocadores, melodías gloriosas y letras realmente curradas a cargo de un Ben Bridwell caracterizado por cantar en tonos altos. Canciones con verdadera alma.
Venían presentando su último trabajo, "Things Are Great" (2022), una notable obra que se sitúa entre lo mejor de su discografía. Y de este álbum sonaron tres de sus temas más representativos ("Crutch", "Lights" y "Warning Signs"), centrando el peso del setlist entre "Cease To Begin" (2007), del que tocaron cinco canciones, e "Infinite Arms" (2010) -para mí, el mejor-, del que interpretaron cuatro más. Un par de versiones (de Garth Brooks y de INXS), llevadas muy a su terreno, completaron una velada estupenda.
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