Dejamos Edimburgo y nos dirigimos hacia el norte para cruzar al condado de Fife, situado entre dos importantes rías: Firth Of Forth y Firth Of Tay. Pero no lo cruzamos por el puente Forth Road Bridge, que es de pago, sino por el Kincardine Bridge, que supone un pequeño rodeo pero es gratis. Y así seguimos toda la desembocadura del río Forth por la costa. Al principio, la orilla no tiene mayor atractivo pero siguiéndola se llega a Culross, con un peculiar palacio de fachada amarilla y una abadía del siglo XIII medio derruida, y Dunfermline, que hasta el siglo XVII fue la capital de Escocia y conserva de su pasado glorioso un palacio y una abadía, además del espectacular Pittencrieff Park. Y, en Aberdour, además del castillo, encontramos la playa de Silver Sands, que coincide con un día espléndido y, por un momento, parece que hemos vuelto a España. Y, hablando de playas, un poco más arriba, siguiendo la A921 y luego la A955, se llega a las zonas vacacionales de Pettycur Bay y Lower Largo. ¡Aquí también hay playa! En Kirkcaldy, en cambio, tenemos el bonito parque de Beveridge. De aquí continuamos hacia el norte de la península de Fife, hasta Saint Andrews, localidad mundialmente conocida por ser cuna del golf. La villa cuenta con una prestigiosa y hermosa universidad, la más antigua de Escocia, que data del año 1410. También cuenta con una catedral, prácticamente en ruinas, fruto de las guerras de religión, salvo prácticamente una imponente torre de aguja. Lo mismo el castillo, bastante deteriorado pero con vistas espléndidas en la costa. Hablando de lo cual, la playa de Saint Andrews [foto 1] es enorme, llana, magnífica, situada en un complejo de dunas que se ha restaurado recientemente. En estas arenas se rodó la película "Carros de fuego" y puedes disfrutar de un baño mientras contemplas a los golfistas practicando su deporte justo un poco más allá.
Seguimos por la parte noreste de Escocia y cruzamos el Firth Of Tay por el imponente puente hacia Dundee, ciudad que dejamos de lado para subir hasta Aberdeen. Estamos recorriendo la región de Angus, en cuya costa se encuentran típicos pueblos marineros, como Arbroath , y, más adentro, a unos 30 kilómetros al norte de Dundee, Glamis y su castillo (del siglo XI y restaurado en el XVII), descrito por Shakespeare en su "Macbeth". Más arriba, la región de los Grampiasn, cuya capital es Aberdeen, una ciudad importante puerto pesquero y centro logístico de exploración petrolífera en el Mar del Norte. También tiene una gran actividad cultural y cuenta con un museo, el Art Gallery, que contiene una gran muestra de pintura impresionista (desgraciadamente, en las fechas de nuestra visita estaba cerrado). En cambio, visitamos el Museo Marítimo, gratuito y muy apropiado para conocer la histórica relación de la ciudad con el mar. Aberdeen también esconde en su casco antiguo el King's College, la universidad fundada en 1495, la catedral de St. Machar (S. XIII) y el puente medieval más antiguo de Escocia, el Brig O'Balgownie, de finales del siglo XIII. Y a unos 22 kilómetros al sur de Aberdeen, nosdirigimos a Stonehaven y su castillo de Dunnottar [foto 2], enclavado en una roca sobre unos acantilados frente al mar. Absolutamente impresionante.
Pero ya echamos de menos la naturaleza, así que nos adentramos en el Parque Nacional de los Cairngorms, desde Blairgowrie hacia el norte, por la carretera A93. Aunque también es bonito el camino entre dicha localidad y Dunkeld. El caso es que, a medida que nos adentramos en los Cairngorms, que toma el nombre de la montaña Cairn Gorm (1.245 metros), somos conscientes de la grandiosidad del paisaje: montañas, valles y bosques se suceden con impactante belleza. Una maravilla. Ya se nos echa la noche encima, así que cenamos en el pueblo de Pitlochry, centro vacacional de esta zona montañosa. Entramos en un bonito pub en el que encontramos a una gente superamable que nos da de comer a pesar de haber cerrado ya la cocina. Una sopa sabrosa y algo picante, un contudente sándwich y una muy agradable conversación, para seguir por la A9 hasta nuestro siguiente alojamiento, en Grandtown-on-Spey, un pueblecito situado en la parte norte de los Cairngorms. Al día siguiente toca excursión a Aviemore, población unos 20 kilómetros al suroeste y desde la que parten excursiones hacia el Parque Nacional. Conducimos hacia dentro de la reserva, hasta Glenmore [foto 3], que esconde un precioso lago con playa entre montañas y bosques. Idílico.
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