Estrenaba (otra vez) nueva ubicación el Tomavistas, fuera del querido Parque Tierno Galván, en esta ocasión en la Caja Mágica. Y, bueno, no resultó tan mal. No son las comodidades y magnífica visualización que permite el parque pero el recinto tenístico (el aparcamiento) no estaba mal, aunque es más feúcho, claro. Pero, vaya, no había especialmente agobios de gente y se podía pedir bebida y comida en un tiempo razonable. Y, lo importante, el cartel volvió a ser de nota. El primer día estaba todo centrado en Los Planetas y su concierto especial "Super 8", su primer disco. Lo clavaron de inicio a fin y lo completaron al final con caras B de la primera época. ¡Ni tan mal! Además, técnicamente fue la mejor actuación que le he visto a los granadinos: todo se oía muy bien, distorsiones incluidas, pero incluso la voz de Jota se entendía, algo que nunca pensé que viviría... u oiría. Se notó mucho cariño por parte de la banda, que mimó los temas, acompañados de una brillante escenografía (con subtítulos en algunas canciones) e incluso estuvieron amables con el público. Poco antes habían actuado Dinosaur Jr. Los de Massachusetts se mantienen fieles a su sonido y los discos que están sacando en los últimos años son magníficos (por ejemplo, el muy recomendable "Sweep It Into Space" -2021-). J Mascis estuvo tan introspectivo como siempre... pero también tan genial guitarrista como es y con esa voz tan peculiar marca de la casa... Editors no estuvieron mal. Tienen unas cuantas canciones buenas y un estilo característico, aunque me tienden a cansar. Hubo hueco para ver un rato a las pamplonesas Melenas, cuyo techno pop de teclado y guitarra me convenció.
El segundo día fue muy completo. Empezamos por Belle And Sebastian (notable su último álbum, "Late Developers" -2023-) y su pop precioso y por momentos también bailable. Stuart Murdoch lo dio todo en el escenario y, aparte de encabezar una ya de por sí numerosa banda (donde sus miembros intercambiaban posiciones), animó a que se subieran al escenario un buen puñado de fans, lo que animó aún más la velada. Los también escoceses The Jesus And Mary Chain mostraron su clásico noise rock, aunque más contenido que otras veces, pero al menos no se tiraron los trastos, estuvieron entregados y supieron añadir las mejores canciones de su nuevo (e irregular trabajo) a un cancionero extraordinario, sublime. Y el cierre por todo lo alto fue para Phoenix. Los franceses hicieron un concierto espectacular, tocando lo mejor de su cancionero, con un sonido de fábula, en muchos momentos sonando como los Strokes, y con un espectáculo visual apabullante.
