Son multitud los restaurantes recomendables en Roma, porque se come muy bien en casi todos (simplemente no hay que dejarse engañar por las turistadas), sobre todo si eres un amante de la pasta y de la gastronomía italiana en general (hay platos principales poco conocidos que no tienen nada que ver con la pasta, como guisos de carne; los callos, por ejemplo). Pero voy a recomendar dos, especialmente buenos, bonitos y baratos. Si estáis alojados o pasáis por la zona de la estación de Termini, el restaurante "La Famiglia" (Vía Gaeta, 66) ofrece comida casera espectacular, abundante y económica. En el Trastevere, el "Carlo Menta" (Vía della Lungarina, 101), ídem, con el añadido de poder disfrutar de una estupenda terraza. En cuanto a helados, muchos son deliciosos, pero tengo predilección por los de "Giolitti" (Vía Uffici del Vicario, 40, cerca de la Piazza Monte Citorio), establecimiento abierto a finales del siglo XIX y toda una institución en la ciudad. Primero se compra el ticket y, luego, a elegir algunos de los múltiples sabores. Absolutamente deliciosos todos. En cuanto a copas, Roma nunca ha destacado por su vida nocturna. En fin, no se puede tener todo.
jueves, 7 de mayo de 2015
VIAJES / Roma, la historia en las calles
Visitar la capital de Italia es coger la máquina del tiempo porque rebosa de bellos lugares que te retrotraen sucesivamente a la época del Imperio Romano, al Renacimiento, al poder papal, al Neoclasicismo, a la reunificación italiana y a los rincones mitificados en el cine y la cultura moderna. Simplemente pasear por sus calles supone vivir un constante no parar de sorprenderte por todo el esplendor que contiene la Ciudad Eterna. No obstante, conviene cumplir algunos consejos a rajatabla para no llevarse alguna que otra frustración, sobre todo si se pretende ir a Roma en fiestas y temporada alta, momentos donde la masificación puede ser asfixiante en algunos sitios. Primero, es importantísimo hacer algunas reservas con antelación. Tal es el caso de la conexión del aeropuerto a la ciudad. El mejor servicio es el los buses Terravision, que, por 4 euros el trayecto, te lleva en 45-55 minutos a la estación de Termini, en Roma, desde cualquiera de los aeropuertos, tanto Ciampino como Fiumicino. Basta entrar en la web unos días antes del viaje y realizar la compra de los billetes. Para la vuelta, desde Termini, hay que acceder antes de subir al autobús a la oficina de Terravision en la estación entrando desde Via Marsana para obtener una tarjeta de embarque. Pero, sobre todo, es fundamental realizar reserva para entrar a dos de los monumentos más emblemáticos de Roma, y también los más visitados: el Coliseo (que incluye los Foros) y los Museos Vaticanos (que incluyen la Capilla Sixtina). El Coliseo, enorme anfiteatro que data del siglo I de nuestra era, tiene una entrada de 12 euros pero las colas pueden ser de infarto. Para evitarlas, compra en la web oficial los tickets por 14 euros (12 más 2 de comisión), algo más caros pero merece la pena para ahorrarse los largos tiempos de espera. Con este tipo de entrada se pasa inmediatamente. Hay algunos descuentos para menores de 18 años, estudiantes de Erasmus, profesionales periodísticos, de arquitectura, etc. También se pueden contratar visitas guiadas por 5 euros más. Las de español empiezan todos los días a las 10:30 h., 11:30 h., 12:45 h., 14:45 h., 16 h. y 17 h. El otro punto turístico masificado son los Museos Vaticanos, vamos, la Capilla Sixtina (aunque está repleto de otras obras muy interesantes y también da que pensar en el excesivo poder económico -y político- de los Papas durante tantos siglos), con colas aún mayores que en el Coliseo, por lo que es im-pres-cin-di-ble reservar. El precio anticipado son 20 euros, frente a los 16 euros en taquilla, con esperas de horas. Vale totalmente la pena, porque las horas perdidas en la calle se pueden emplear en disfrutar todos los detalles de este conjunto de museos, cuya obra maestra es la Capilla Sixtina (por Sixto IV, quien ordenó su restauración entre 1473 y 1481), pintada por Miguel Ángel entre los años 1508 y 1512, en tiempos del Papa Julio II.
Hechas estas salvedades, lo suyo es disfrutar tranquilamente de Roma, una ciudad no sólo hermosa, sino llena de vida y de gente que hace norma del "carpe diem" (literalmente, "toma el día"), o sea, aprovecha el momento, disfruta de cada día. Para evitar que os perdáis los más importantes rincones de la ciudad, os adjunto un plano con cuatro propuestas de recorrido (realizadas por una amiga que es guía turístico en Roma, nada menos). La primera (roja) os lleva desde Trinitá del Monti (la iglesia en lo alto de la Piazza di Spagna) hasta el Foro Trajano, pasando por el monumento a Vittorio Emanuelle de la Piazza Venezia, el Foro Romano, el Arco di Constantino, el Circo Massimo y la Bocca della Veritá (sí, la de la película "Vacaciones en Roma"). La segunda (negra) va desde la Vía Sistina a la Vía del Tritone (con la famosa Fontana del Tritone, de Bernini), pasando por la Piazza San Bernardo, las iglesias de Santa María degli Angeli, Santa María Maggiore y San Pietro in Vincoli, el palacio del Quirinale y la Fontana de Trevi (la de la película "La dolce vita", de Fellini). La tercera (azul) abarca desde la Piazza Barberini a la Trinitá del Monti, pasando por la Vía Veneto, Villa Borghese, la iglesia de Santa María del Popolo, Ara Pacis, Mausoleo Augusto, iglesia San Luigi del Francesi, Piazza Navona y Piazza San Lorenzo in Lucina. Y la cuarta (discontinua) empieza en Vía del Corso y acaba en la Isola Tiberina y el gueto judío, pasando por Piazza Monte Citorio, Piazza della Minerva, el Panteón (con su impresionante cúpula), Campo dei Fiori (uno de los sitios con más animación), Piazza Farnese, Palazzo Spada, Piazza Santa Maria in Trastevere y, en general, el barrio del Trastevere, una zona agradable y llena de restaurantes, ideal para pasear y cenar.
Son multitud los restaurantes recomendables en Roma, porque se come muy bien en casi todos (simplemente no hay que dejarse engañar por las turistadas), sobre todo si eres un amante de la pasta y de la gastronomía italiana en general (hay platos principales poco conocidos que no tienen nada que ver con la pasta, como guisos de carne; los callos, por ejemplo). Pero voy a recomendar dos, especialmente buenos, bonitos y baratos. Si estáis alojados o pasáis por la zona de la estación de Termini, el restaurante "La Famiglia" (Vía Gaeta, 66) ofrece comida casera espectacular, abundante y económica. En el Trastevere, el "Carlo Menta" (Vía della Lungarina, 101), ídem, con el añadido de poder disfrutar de una estupenda terraza. En cuanto a helados, muchos son deliciosos, pero tengo predilección por los de "Giolitti" (Vía Uffici del Vicario, 40, cerca de la Piazza Monte Citorio), establecimiento abierto a finales del siglo XIX y toda una institución en la ciudad. Primero se compra el ticket y, luego, a elegir algunos de los múltiples sabores. Absolutamente deliciosos todos. En cuanto a copas, Roma nunca ha destacado por su vida nocturna. En fin, no se puede tener todo.
Son multitud los restaurantes recomendables en Roma, porque se come muy bien en casi todos (simplemente no hay que dejarse engañar por las turistadas), sobre todo si eres un amante de la pasta y de la gastronomía italiana en general (hay platos principales poco conocidos que no tienen nada que ver con la pasta, como guisos de carne; los callos, por ejemplo). Pero voy a recomendar dos, especialmente buenos, bonitos y baratos. Si estáis alojados o pasáis por la zona de la estación de Termini, el restaurante "La Famiglia" (Vía Gaeta, 66) ofrece comida casera espectacular, abundante y económica. En el Trastevere, el "Carlo Menta" (Vía della Lungarina, 101), ídem, con el añadido de poder disfrutar de una estupenda terraza. En cuanto a helados, muchos son deliciosos, pero tengo predilección por los de "Giolitti" (Vía Uffici del Vicario, 40, cerca de la Piazza Monte Citorio), establecimiento abierto a finales del siglo XIX y toda una institución en la ciudad. Primero se compra el ticket y, luego, a elegir algunos de los múltiples sabores. Absolutamente deliciosos todos. En cuanto a copas, Roma nunca ha destacado por su vida nocturna. En fin, no se puede tener todo.
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1 comentario:
Pues recien regresado de Roma dos puntualizaciones: no es necesario reservar autobus con Terravision por la simple razón de que hay muchas más opciones: Sit Shuttle, Schiafinni y otras. Yo cogi Schiafinni a la ida y a la vuelta, sin reservar ni colas ni nada, por 3,90€ el viaje. Estos serian opciones para Termini, pero si alguien se aloja en otra zona (por ejemplo, Plaza España) donde coincida con la linea de metro A sale mucho mejor en tiempo y precio coger un autobus (creo que es Cotral, por 1,20) hasta la primera estacion de metro y ahí coger el metro hasta donde necesites (1,50, incluido Termini). Por lo tanto, no recomiendo reservar nada pues hay muchas opciones. Cierto es que Sit Shuttle vale 4€ de ida y 6€ de vuelta.
Sobre reservar para el Coliseum, tampoco lo veo necesario (mi caso es especial, pero hay otras opciones). Las colas son infinitas pero si te vas al foro o al Palatino no suele haber colas compras la entrada y te vas al Coliseum y ya estan evitadas las colas y no andas mas de 200 metros.
Sobre los restaurantes recomendados, normales pero si algo mas barato que la media. Pero hay muchas mas opciones para comer por todos los lados.
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