Mucho se ha hablado del secuestro del barco atunero "Playa de Bakio" por parte de piratas en la costa de Somalia. Que si cómo es que existen los piratas a estas alturas, que si por qué no se intervino para rescatar a los tripulantes, que si de dónde han salido los 1,2 M. de dólares (unos 750.000 euros) que se han pagado por su liberación, etc. Tres respuestas rápidas: piratas, como ladrones, siempre habrá; asaltar un barco a sangre y fuego tiene sus consecuencias (si las asumimos...); y el pago suele ser preferible a la muerte (otra cosa es que se trate de perseguir y detener a posteriori). Pero quisiera centrar la cuestión en valorar quién es realmente el pirata aquí: resulta que uno de los tripulantes del buque, Gueto Nounce, natural de Seychelles, ha reconocido en una entrevista que su sueldo es de 170 euros al mes. Para los que no sitúen la cifra, la traduciré a nuestra antigua moneda: 28.285,62 pesetas. Frente a los 1.200 euros mensuales de sus compañeros españoles, una idea se me viene a la mente: junto a la piratería también ha vuelto la esclavitud. Unamos a ello la costumbre de muchos armadores de matricular sus barcos en paraísos fiscales y de esconder sus cuentas tras tupidas redes societarias propensas al fraude. Y bien, ¿quién es el pirata?
"Somos amigos, pero vosotros ganáis menos"
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