viernes, 23 de septiembre de 2011

CINE / 59º Festival de San Sebastián (y 5)

Pues hasta aquí hemos llegado. Nos despedimos de San Sebastián un año más en una edición del festival que podemos calificar de un nivel bueno e interesante. Quizá han faltado grandes películas (de esas que hay pocas) pero, en compensación, nos hemos ahorrado importantes tostones (a excepción del insoportable Kim Ki-duk de "Amén", claro).

"Tyrannosaur" (2011), de Paddy Considine (Zabaltegi Perlas)
El estreno en la dirección del actor Paddy Considine es un retrato realmente duro de un hombre y una mujer que, por distintas circunstancias, se encuentran a la deriva en sus vidas. Hay escenas ciertamente crudas y ásperas, propias de esas personas que ni quieren ni pueden ni saben ser ayudadas, pero el director se las apaña para dotar a esos personajes de una fuerza de voluntad que, en última instancia, introduce al menos el deseo de cambiar y mejorar, lo que da al filme una verosimilitud mayor. Las estupendas interpretaciones de Peter Mullan y Olivia Colman, desde luego, ayudan a dar consistencia a una película que se basa claramente en sus actuaciones.

"La voz dormida" (2011), de Benito Zambrano (Sección Oficial)
Sigue habiendo polémica, heridas abiertas cuando se trata de la Guerra Civil o, en este caso, de la represión franquista inmediatamente posterior. En "La voz dormida" podemos hablar de personajes en blanco y negro, buenos y malos, pero, precisamente, en esa época es cuando más nítida era la situación: los vencedores humillaron a placer a los perdedores. Más de acuerdo puedo estar en el tono quizá en exceso melodramático del filme, originado en todo caso por la propia (y verdadera) tragedia vivida por la protagonista, bien interpretada por Inma Cuesta. Mejor, en cambio, resulta el personaje, recreado con una mayor gama de matices por María León. En todo caso, una película lo suficientemente lograda como para que nos haga recordar lo que jamás debió ocurrir, lo que nunca debemos permitir que vuelva a pasar.

"Los Marziano" (2011), de Ana Katz (Sección Oficial)
Poco a poco se va tejiendo una película en la que se nos presentan unos personajes peculiares, unidos por lazos familiares, pero separados por la falta de entendimiento y comprensión entre ellos. Diversas escenas irán dando un toque ligero de humor a situaciones que más propiamente podrían dar vegüenza ajena. Y, de esta manera, se acaba conformando un filme que, sin alcanzar un gran empaque, resulta curioso. Menor, pero interesante.

"Rampart" (2011), de Oren Moverman (Sección Oficial)
Aunque parte de un argumento del reputado escritor de novela negra James Ellroy (que ha dado pie a filmes tan interesantes como "La Dalia Negra" -Brian De Palma, 2006-, "L.A. Confidential" -Curtis Hanson, 1997-), "Rampart" es un retrato difuso de un policía que hace las cosas a su manera (con brutalidad, vaya). La intepretación de Woody Harrelson puede convencer, pero no tanto el desarrollo de los personajes y la trama general, en fin, que, sin resultar mala, cae en lugares comunes y entretiene lo justo.

"Happy End" (2011), de Björn Runge (Sección Oficial)
Estos nórdicos están llenos de traumas. "Happy End", como muchas otras obras del norte de Europa rebosan de falta de comunicación en las parejas, de carencia de afectividad en las relaciones... Aquí asistimos a la doble relación de una chica que, por un lado, es maltratada por su pareja, y por otro es pagada para mantener una relación con un tipo bueno pero inestable. En fin, la diferencia con otros filmes similares es que, a pesar de todo, puede haber una vía para arreglar las cosas...

jueves, 22 de septiembre de 2011

CINE / 59º Festival de San Sebastián (4)

"Arrugas" (2011), de Ignacio Ferreras (Zabaltegi Nuevos Directores)
Basada en el premiado cómic de Paco Roca, "Arrugas" se adentra igualmente con honestidad (a veces, sinceridad brutal) y delicadeza a ese peliagudo asunto de la vejez, el deterioro de cuerpo y mente, y el papel que la sociedad (y los familiares) destinan a los ancianos. El protagonista ingresa en un geriátrico al no poder (¿querer?) hacerse cargo de él su hijo y allí irá descubriendo no sólo el sistema que está creado para pasar lo que le queda de vida, sino que también asistirá a su propio deterioro y, asimismo, al nacimiento de una amistad que acabará prevaleciendo a pesar de todo. Emocionante y brillante visión de lo que todos acabaremos pasando.

"Extraterrestre" (2011), de Nacho Vigalondo (Zabaltegi Especiales)
El autor de "Los cronocrímenes" (2007) vuelve aparentemente al terreno de la ciencia-ficción. Y digo aparentemente porque, en realidad, la invasión alienígena es una excusa (un mcguffin, que driría Hitchcock) para contarnos otra cosa. Por un lado, la historia de amor entre dos personas que se acaban de conocer y, que peligra a causa de todas las dificultades externas. Y, por otro, la conclusión de que, a pesar del giro copernicano que puede suponer la llegada de los extraterrestres, la gente tiende a comportarse de manera igualmente estúpida. Destacable es el directo tono de humor de la cinta, si bien, podría considerarse más apto para los seguidores de Muchachada Nui, ya que buena parte del peso recae en Raúl Cimas y Carlos Areces (dos de los componentes del peculiar grupo humorístico manchego). Por lo demás, consideremos "Extraterrestre" una visión irónica (y cómica) de las películas de invasiones y veámosla sin mayores pretensiones para así disfrutarla mucho mejor.

"Life Without Principle" (2011), de Johnnie To (Zabaltegi Perlas)
Ahora que están surgiendo películas sobre las consecuencias de la crisis económica (principalmente procedentes de Estados Unidos), faltaba la visión oriental. Y es el especialista hongkonés en cine de acción, Johnnie To, el que, contra todo pronóstico, elabora un filme muy directo, esclarecedor y entretenido sobre el asunto. Así utiliza su ciudad, Hong-Kong, como base y ejemplo perfectos del capitalismo financiero que está detrás de la actual crisis: por un lado, tenemos al banco que presiona a sus trabajadores para que endosen inversiones de riesgo a sus clientes, por otro, a las personas de distinto tipo que acceden a depositar su dinero (con el desmedido afán de lucro siempre detrás) y, finalmente, a los mafiosillos que tratan de sacar ventaja de todo ello. Retrato sincero y convincente de los errores y excesos cometidos. ¿Volveremos a caer en ellos?

"Kiseki" (2011), de Hirokazu Kore-eda (Sección Oficial)
Es cine pausado el de Kore-eda, que se recrea en detalles, situaciones y ambientes. Pero también es un cine que transmite sensaciones con acierto y buen hacer. En este caso, dos niños pequeños, hermanos para más señas, se ven obligados a vivir alejados a causa de la separación de sus padres. Así que reúnen fuerzas, amigos y dinero para poderse ver en un punto intermedio con la esperanzadora idea (muy propia de la infancia) de que sus sueños se harán realidad mientras los gritan al tiempo que se cruzan dos trenes de alta velocidad. Entre medias, asistimos a un buen y detallado perfil de la vida e ilusiones de cada uno de ellos, en un viaje que puede muy bien ser un paso previo a la madurez.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

CINE / 59º Festival de San Sebastián (3)

"Et maintenant on va où?" (2011), de Nadine Labaki (Zabaltegi Perlas)
En un pequeño pueblo del Líbano, las guerras de religión entre cristianos y musulmanes han diezmado la población y causado mucho sufrimiento, así que, ahora que parece consolidarse la paz, nuevas noticias del recrudecimiento del conflicto amenazan con reabrir nuevas heridas (y muertes). Algo que no pueden permitir las mujeres de la aldea, las que más han padecido las pérdidas de hijos, hermanos y maridos, así que éstas (independiente de sus confesiones religiosas) se unen para idear diversos planes con el fin de que los hombres olviden los odios. Este atractivo planteamiento es desarrollado por Labaki con un excelente sentido del humor en una comedia merecedora de estar a caballo nada menos que entre Berlanga y Kusturica. Así, la directora de "Caramel" (2007) consigue unas situaciones y unos diálogos que hacen las delicias del respetable y consigue transmitir plenamente el mensaje de que la guerra es estúpida y, además, una tontuna.

"George Harrison: Living In A Material World" (2011), de Martin Scorsese (Zabaltegi Especiales)
Es conocido el gusto de Scorsese por la música y, prueba de ello, son los documentales que últimamente nos ha ofrecido ("Shine A Light" -2008-, sobre The Rolling Stones, "No Direction Home" -2005-, sobre Bob Dylan). En esta ocasión, ha optado por un análisis (quizá excesivamente minucioso, ¡de tres horas y media!) sobre la vida de George Harrison. Lógicamente, buena parte del metraje está relacionado con The Beatles y con el sentido trascendental de la vida del guitarrista, si bien se desgranan anécdotas de todo tipo, que hace que el documental sea más apreciado por los fans de la banda de Liverpool o de su propia persona que por el público en general, al que el excesivo metraje le echará a buen seguro para atrás. Quizá se podría haber contado lo mismo en dos horas, pero la cantidad de imágenes y grabaciones inéditas es tal que no puede por menos que valorarse el esfuerzo.

"Albert Nobbs" (2011), de Rodrigo García (Sección Oficial fuera de competición)
La historia de una mujer que vive disfrazada de hombre para poder trabajar y ganarse la vida en la Irlanda machista del siglo XIX puede considerarse inicialmente como un argumento atractivo. E interesa la descripción de la situación en general, si bien al final le queda a uno la sensación de que el director no va mucho más de la anécdota y de que podría haber construido un drama más profundo y elaborado. Eso sí, sirve de vehículo de lucimiento de una Glenn Close más brillante por su caracterización que por su actuación en sí.

martes, 20 de septiembre de 2011

CINE / 59º Festival de San Sebastián (2)

"Take This Waltz" (2011), de Sarah Polley (Sección Oficial)
La segunda película como directora de la actriz Sarah Polley es una sólida y excelente visión crítica del amor y el matrimonio, a través de la historia de una joven felizmente casada que conoce a otra persona de la que se enamorará. Cómo abordar esta situación sin caer en tópicos era el desafío de Polley, que resuelve el filme de una forma elegante y bien alejada de lugares comunes que, en última instancia, se convierte en una revisión de lo que la pasión demasiado idealizadamente romántica tiene que ver con las necesidades de una pareja estable: poco. Por otro lado, la interpretación de Michelle Williams es de las que quedan en la retina del espectador por mucho tiempo, mientras que aguantan bien sus personajes Luke Kirby y Seth Rogen, éste manteniendo su faceta cómica que más le caracteriza.

"Nader y Simin, una separación" (2011), de Asghar Farhadi (Zabaltegi Perlas)
Lo que la administración de la justicia puede llegar a generar de injusticia en un país como Irán, con unas normas tan tradicionales y estrictas, es de lo que habla Farhadi en esta película. El punto de partida es la separación de un matrimonio (con soterrada crítica a la cerrazón social del país), que provoca una serie de cambios familiares, que, a su vez, genera una inestabilidad en las relaciones entre los miembros, que, a su vez, provoca consecuencias mayores y dramáticas. Lo que podría resolverse de una forma amistosa, debido al burocrático sistema judicial y al rígido código moral, se complica ante los atónitos ojos del expectador, que asiste, eso sí, a una magnífica interpretación de prácticamente todo el reparto.

"Shame" (2011), de Steve McQueen (Zabaltegi Perlas)
El mayor acierto de la nueva película de Styeve McQueen (nada que ver con el actor) es la construcción de un retrato duro y sórdido de un personaje, excelentemente interpretado por Michael Fassbender, con serios desajustes en su vida sexual y emocional. Contemplamos cómo su deseo se expresa de forma compulsiva, mediante la excitación pornográfica y las relaciones con prostitutas, y se intuye un pasado incestuoso con su hermana, mientras navega en el difícil equilibrio por salir de ese círculo vicioso o hundirse definitivamente. Sin embargo, la película hace más por explotar el morbo y la sordidez que por construir un relato más sólido.

domingo, 18 de septiembre de 2011

CINE / 59º Festival de San Sebastián (1)

Este año, San Sebastián nos recibe con tiempo gris y sirimiri constante. Sin embargo, las películas vistas hasta ahora nos dan una alegría, ya que ofrecen un tono medio-alto al certamen, tanto en sección oficial como en no a concurso y en secciones paralelas... Salvo la lamentable y bochornosa excepción de Kim Ki-duk.

"Intruders" (2011), de Juan Carlos Fresnadillo (Sección Oficial fuera de competición)
El canario Fresnadillo ("Intacto" -2001-, "28 semanas después" -2007-) regresa con una propuesta potente, visualmente atractiva y narrativamente solvente, alejada de los tópicos del género fantástico. En "Intruders" mezcla con sumo acierto los fantasmas infantiles reales con los imaginarios y aterradores, aunque para ello el espectador tenga que asumir una especie de extraña enfermedad psicosomática de los protagonistas. Pero, por encima de todo, Fresnadillo fascina y genera suspense del bueno, no terror ni sustos gratuitos, gracias a su habilidad técnica y a un guión medido y carente de giros innecesarios o poco creíbles. Todo lo contrario, "Intruders" se hace creíble porque, mediante una interpretación fantasiosa, tiene los pies en los miedos reales. El compacto trío actoral formado por Clive Owen, Pilar López de Ayala y la niña Ella Purnell ayudan a convertir la película en una propuesta sólida del nuevo fantástico español (aun con coproducción de Estados Unidos y Reino Unido).

"No habrá paz para los malvados" (2011), de Enrique Urbizu (Sección Oficial)
Este thriller ofrece un papel a la medida de José Coronado, que borda uno de los personajes a partir de ya míticos de la historia del cine español: Santos Trinidad, un policía venido a menos, amargado, alcohólico y, finalmente, (anti)héroe. Urbizu vuleve a su género favorito ("Todo por la pasta" -1991-, "La caja 507" -2002-) para seguir las andanzas de este elemento que, primero, trata de limpiar de testigos los asesinatos que ha cometido y, después, se ve implicado en una trama de tomo y lomo. El filme funciona bien, aunque se hechan en falta bien más diálogos dignos de la gloria del personaje creado bien más escenas de acción que subrayen lo oscuro de la trama. Aun así se ve bien, entretiene e, incluso, emociona y no nos acaba cayendo tan mal ese tremendo hijo de puta que es Santos Trinidad. En el debe de la película hay que mencionar que quizá la galería de secundarios no es la más acertada, especialmente unos planos Helena Miquel y Juanjo Artero.

"Little Odessa" (1994), de James Gray (Ciclo American Way Of Death)
Tenía ganas de ver la primera película del interesante James Gray ("La noche es nuestra" -2007-, "Two Lovers" -2008-). En "Little Odessa" crea una especie de "Crimen y Castigo" de mafiosos rusos en Nueva York, con un Tim Roth en estado de gracia y una mezcla de escenas truculentas y líricas. Sin embargo, adolece de caer en ciertos lugares comunes, especialmente con el tema de la madre enferma, de la culpa del hijo descarriado y la relación con el estricto padre y su inocente hermano... No obstante, buen cine negro, digno del ciclo que le dedica el Festival de San Sebastián de 2011 a las obras recientes estadounidenses de dicho género.

"Amén" (2011), de Kim Ki-duk (Sección Oficial)
De vergüenza ajena, como poco, se puede calificar la última película de Kim Ki-duk. Nunca he sido especial seguidor de su cine, pero esto es puramente una estafa. Sin apenas diálogos, rodada con cámara de vídeo a la mano y dejando que se filtren todos los sonidos de la calle (el viento, el tráfico, etc.), seguimos las andanzas de una chica coreana que llega a Europa (Francia e Italia) en busca de un supuesto antiguo amor que la ha abandonado. Se nos ofrecen permanentes primeros planos de la protagonista, que apenas acierta a poner una constante cara de besugo, la vemos ser robada y acosada por alguien con máscara de gas, moviéndose en tren de una ciudad a otra sin encontrar a su examante, gritando el nombre de éste en medio de zooms setenteros... Y luego se nos dirá que todo ello es la metáfora de no sé qué amor perdido. ¡Tomaduras de pelo, las justas, señor Kim Ki-duk!

martes, 6 de septiembre de 2011

MÚSICA / Matthew Sweet y Gigolo Aunts en el TurboRock

Gran parte del interés de la edición de este año del TurboRock, a caballo entre las ciudades de Santander y Benidorm (Alicante), era ser testigo del regreso a los escenarios de Gigolo Aunts (nueve años después de su último disco, "Pacific Ocean Blues" -2002-) y de la visita a nuestro país (algo muy raro dado su temor a volar) de Matthew Sweet, a punto de sacar nuevo disco ("Modern Art", previsto para el 27 de septiembre), pero llegado para interpretar con su banda su glorioso álbum "Girlfriend" (1991), del que se cumplen ya nada menos que 20 años. Tanto Gigolo Aunts como Matthew Sweet comenzaron en el mundo de la música en los años 80, si bien el reconocimiento no les llegó hasta los años 90, donde, si bien no alcanzaron fama masiva, sí se convirtieron en referentes del sonido powerpop y de rock alternativo, especialmente Matthew Sweet a través del citado "Girlfriend", que fue interpretado en Benidorm con una intensidad emocionante.

Su guitarrista solista desde luego venía con la lección muy bien aprendida y calcó todos los (complicados) solos, mientras que al propio Matthew Sweet, poco dado a efusiones públicas, se le vio cómodo y disfrutando, sobre todo cuando los miembros de Gigolo Aunts (los cinco) se subieron al escenario para hacer los coros en dos de los temas clásicos del disco: "I've Been Waiting" y "Girlfriend". Las doce canciones se fueron desgranando con pasión ante un público escaso (unas 700 personas para una sala con capacidad para unas 2.000) pero profundamente entregado. La guinda final la puso "Sick Of Myself", otro de los himnos de mister Sweet, en este caso del álbum "100% Fun" (1995). Por su parte, a Gigolo Aunts les bastó interpretar un grandes éxitos para ganarse a la audiencia. Especialmente coreadas fueron los temas de sus mejores elepés, "Minor Chords And Major Themes" (1999) y "Flippin' Out" (1993). Desconozco si están preparando material nuevo, pero por su contundencia y entrega en el escenario les veo bien dispuestos a retomar su carrera.

Matthew Sweet - "I've Been Waiting" (TurboRock 2011 - Benidorm)


Matthew Sweet - "Girlfriend"


Gigolo Aunts - "Everyone Can Fly"