domingo, 20 de diciembre de 2015

POLÍTICA / Elecciones Generales 2015: el cambio y su complicada gestión


Los datos son claros: los partidos del cambio político en España, Podemos y Ciudadanos, han revolucionado por fin el el Congreso de los Diputados. Lo que ya se avanzó en las municipales, se ha concretado definitivamente a nivel nacional. Otra cosa es que la gestión de dicho cambio sea fácil, que no lo será. Pero hay que acostumbrarse a que, de momento, hay una mayor pluralidad (y nuevas maneras y necesidades) en el espectro de diputados de ámbito nacional y, por tanto, hay que aprender a hacer política de pacto YA. El bipartidismo ha caído del 73,4% al 50,7% en cuatro años y los dos partidos del cambio han logrado el 34,5%. Desde la nada. Nada menos. El movimiento popular del 15-M (de mayo de 2011), el hastío generalizado la corrupción sistémica y los tremendos daños sociales de esta crisis (que empezó como económica y ha crecido hasta tener consecuencias en todos los planos) han conseguido entrar en el Congreso, en las instituciones, por la puerta grande. Y ahora es el momento de materializarlas. La lucha va a ser dura, porque la victoria no ha sido completa sino parcial, aunque importantísima. Pero de aquí debe salir un país mejor.

Un primer análisis, de tipo ideológico tradicional, nos puede llevar a ver las dificultades de los resultados. El espectro del centro a la izquierda (PSOE, Podemos e IU) ha ganado con el 46,4% de los votos y 161 escaños, pero el centro-derecha, aunque ha obtenido el 42,7%, ha alcanzado 163 escaños. Las alternativas son el (también típico y funesto) recurso de acudir a los partidos nacionalistas (algunos ahora independentistas), pero esa supuesta alianza, que giraría en torno a la izquierda, se antoja demasiado compleja. En cualquier caso, el pacto de investidura se da con más síes que noes y, por tanto, no se necesita firmar ningún compromiso, sólo recabar más votos favorables que contrarios. Este panorama es más asequible para un hipotético Gobierno de PSOE (único de los dos partidos tradicionales dispuesto a los cambios) con apoyo de Podemos e IU y consentimiento de otros minoritarios.

Por otro lado, las cosas se pueden ver bajo un prisma diferente, nuevo, más propio de los tiempos que corren y del cambio que los votantes han expresado. Un Gobierno de PSOE con apoyo de Podemos y Ciudadanos -e IU, claro- (avalado con el 60,3% de los votos y 201 escaños) para acometer las más importantes y necesarias reformas imprescindibles que necesita este país. Por el bien de todos. El PSOE está moralmente autorizado como cabeza de la oposición. Pero su posición es la que es y debe oír más que nunca las demandas de Podemos y Ciudadanos, de mucha gente, en fin. En cualquier caso, no será fácil. Hay que aprender a hablar, a negociar, a pactar... Sin mirar beneficios propios sino el del conjunto de España. Para salir de esta crisis como un país mejor.

Lo que parece claro es que el PP es muy improbable que gobierne. Aunque es la primera fuerza, tras sufrir, eso sí, un tremendo varapalo de 3,7 millones de votos menos, está manchado por la corrupción y se ha enemistado con todos los partidos, con lo que (casi) nadie le ofrecerá pactos. Eso sí, su mayoría absoluta en el Senado le permitirá retrasar la aprobación de leyes y bloquear las necesarias reformas constitucionales.

Por cierto, sobre los resultados de IU, que ha obtenido más de 900.000 votos pero sólo 2 diputados, hay que tener en cuenta que, en Cataluña y Galicia, se presentaba aliada con Podemos, que es el partido que se ha adjudicado esos resultados. Esto debe llevar a una reflexión en torno a la integración total de listas Podemos-confluencias-IU. Si se hubiese presentado conjuntamente, este bloque hubiera obtenido 85 escaños, con lo cual el Gobierno con el PSOE hubiera sido fuerte.

jueves, 3 de diciembre de 2015

MÚSICA / Cracker: del indie-rock al americana

Los californianos Cracker han sabido evolucionar musicalmente desde el indie-rock noventero de sus inicios, aunque muy anclado en las raíces clásicas, hasta el americana o country alternativo que han ido desplegando con el tiempo. Una buena prueba es su último disco, "Berkeley to Bakersfield" (2014), que venían presentando el pasado 1 de diciembre en la sala El Sol, de Madrid. En ese álbum doble, la banda dedica una primera parte a sus sonidos más rockeros y la segunda a sumergirse en las influencias sureñas. Y en eso consistió el concierto, en evocar diferentes atmósferas, desde la intensidad guitarrera hasta la emotividad country (steel guitar incluida), desde sus clásicos temas hasta los más recientes. No faltaron a la cita "Teen Angst (What the World Needs Now)", "Low" o "Get Off This", como tampoco algunas de sus más recientes composiciones, como "March Of The Billionaires", "El cerrito", "Almond Grove", "Get On Down The Road" o "The San Bernardino Boy". Una notable actuación, en la que destacan el carisma tranquilo del líder, David Lowery, la gran pericia a la guitarra de Johnny Hickman y una sólida base rítmica.