viernes, 11 de abril de 2008

DEPORTES / Un Getafe del que enorgullecerse


Con el hándicap de medirse a uno de los grandes clubes de Europa (y del mundo) como es el Bayern de Múnich e, incluso, con la dificultad añadida de jugar con diez desde el minuto cinco, el Getafe hizo un encuentro épico, glorioso, de los pocos en los que el fútbol cobra verdadera dimensión emotiva: donde el pequeño se come al grande. Ese Bayern, que había dado por hecha su clasificación, ya vivió una primera humillación al verse empatado en su casa en la ida. Y ayer... Ayer estuvo KO durante gran parte de los 90 minutos reglamentarios, pero revivió a un minuto y medio para el final con un empate que forzaba la prórroga. Y cuando parecía que ya era demasiado para el Getafe, los madrileños volvieron como si nada y en los tres primeros minutos de la prolongación fusilaron con dos golazos y pareció que dejaban resuelta una eliminatoria absolutamente memorable. Pero no, las heroicidades de Contra, Casquero, Braulio y compañía no fueron suficientes, porque al final el Bayern volvió a resucitar. Y se impuso la "lógica", como dirían fríamente muchos entendidos del fútbol, pero bien saben los bávaros que estuvieron justamente eliminados durante muchos y eternos minutos, y que ni siquiera se llevan el honor de disfrutar la victoria, porque fue el propio Getafe el que tiró al final el partido. Y con él la posibilidad de haber alcanzado por primera vez las semifinales de la UEFA. ¡Pero ahí queda eso! ¡¡Aúpa Getafe!!

1 comentario:

Jesus Castillo dijo...

Sólo el destino venció al Getafe.