viernes, 20 de junio de 2008
VIAJES / Sur de Alemania y oeste de Austria
En la frontera alpina entre Alemania y Austria
Jueves, 12 de junio de 2008
Aterrizamos sobre las 22,15 horas en el aeropuerto Franz Joseph Strauss de Múnich (Alemania) dispuestos a realizar nuestro recorrido centroeuropeo. Vamos mi colega Cristóbal y yo en un viaje mezcla de turismo natural, urbano y, por supuesto, ¡¡eurocopeo!! Por la noche llegamos al Jaeger's Hostel, un alojamiento céntrico y relativamente "barato" (unos 90 euros/hab./noche). Nada más entrar nos reciben con dos cervezas gratis a tomar en un bar con marchilla y donde no paran de sonar los grandes éxitos de The Cure: ¡I like it! Más tarde nos adentramos en el casco antiguo donde podemos admirar la belleza de las calles y edificios (aunque sea de noche), pero tratamos de buscar algún sitio para tomar algo: en vano, porque sólo encontramos clubs privados donde el portero nos corta el paso con la peregrina excusa de: "Too many men!" ("¡ya hay demasiados tíos dentro!"), para segundos después dejar pasar a tres colegas suyos. Perfecto.
Viernes, 13 de junio de 2008
Por la mañana aprovechamos para ver mejor Múnich y, por supuesto, tomarnos unas "grossen" cervezas (¡de medio litro!) y salchichas en el Augustiner Bräustuben. Se trata de una cervecería clásica del lugar (data de 1328), donde un comensal de la mesa de al lado (nacido en Ceuta, por cierto, pero muy residente en Alemania: "llevo 27 años viniendo a esta cervecería") nos señala las bondades del brebaje: "la espuma deja rastro y por dentro burbujea, ¡eso quiere decir que funciona!". Tomamos nota. Tras la comida salimos para Füssen, un pequeño y coqueto pueblo al sur de Alemania, rozando ya con Austria, donde es visita obligada, a unos kilómetros de distancia, el castillo de Neuschwanstein ("Nuevo cisne de piedra", en alemán), una construcción fantástica tanto por dentro como por fuera, ordenada levantar por Luis II de Baviera en 1866: la foto lo dice todo. Ya de noche, vuelta a Füssen, donde cenamos viendo el baño que le mete Holanda a Francia (4-1). Impresionante eficacia de la "Naranja Mecánica". Desde la seis de la tarde, todo lo que de bonito tiene el pueblo, lo tiene de desértico. ¿Dónde se mete la gente? A duras penas conseguimos la dirección de un local bastante resultón: "Big Apple", a las afueras y con música ochentera a tutiplén.
Sábado, 14 de junio de 2008
Y llega el día del encuentro España-Suecia, decisivo para seguir adelante en esta Eurocopa 2008 organizada a pachas por Austria y Suiza. Y, así, nos adentramos en Austria, no sin antes visitar el famoso trampolín alemán de Garmisch-Partenkirchen (el de todos los días de año nuevo). Sin nieve, es otra cosa. Pasamos unas horas por las carreteras entre Austria y Alemania, en medio de los Alpes, donde contemplamos vistas maravillosas y bordeamos el Kugspitze, la segunda montaña más alta de Alemania, con 2.962 m. Descendemos hacia Innsbruck, ya en Austria, y nos encontramos con una ciudad encajonada entre altas montañas: un lugar ideal. Pero venimos al fútbol y todas las calles están tomadas por las aficiones. Rápidamente nos unimos a los cánticos populares, que es una cosa muy divertida. Llega la hora del partido, las 6 de la tarde y, como no tenemos entradas (en reventa pedían hasta 350 euros), accedemos a la "Fan Zone", un enorme recinto tipo anfiteatro al aire libre y con pantalla gigante, a los pies del trampolín de Innsbruck y donde convivimos con muy buen rollo españoles, suecos y otras nacionalidades varias. A pesar de resultar un encuentro bastante espesito, los goles de Torres y Villa (a última hora) nos dan el 2-1 y el pase matemático a cuartos. Alegría desbordante, celebraciones varias... Una noche de juerga, vaya.
Domingo, 15 de junio de 2008
Aprovechamos el domingo por la mañana (no demasiado temprano, porque hemos dormido poco y en el coche) para acercarnos a Neustift, donde la selección española está concentrada. Esta pequeña localidad más enclava aún dentro de los alpes, dista de Innsbruck unos 30 km. por la carretera llena de curvas (por donde nos guía una especie de Niki Lauda local) o 10 km. por la autopista de peaje (que, por 2,5 euros, evidentemente cogemos a la vuelta). En Neustift llegamos justo para ver salir al "Sabio de Hortaleza", Luis Aragonés, entrenador nacional, cuyo buen humor me sorprende: alguien le grita "seguid así de bien", yo digo "o mejor" y él sonríe y asiente quizá pensando "ojalá". Y seguimos nuestra ruta, en este caso hacia Salzburgo, donde llegamos por la tarde para contemplar una ciudad preciosa, patrimonio de la humanidad, muy bien conservada y afortunadamente bastante protegida para el peatón. Aunque estamos en la "Fan Zone", no hay ni de lejos el ambiente de Innsbruck porque ese día no se juega ningún partido en la ciudad.
Lunes, 16 de junio de 2008
Y llegamos al último día de este mini-viaje muy bien aprovechado. Rematamos de ver Salzburgo y su castillo, pero acabaremos en plena naturaleza, porque vamos a Konigsee, un paradisíaco rincón en los Alpes con su lago rodeado de enormes montañas. Recomendación de Maroto (¡gracias!). Tomamos el barco que nos lleva a la iglesia de San Bartolomé y comemos en los alrededores otras "grossen" cervezas con salchichas. Bueno, de hecho, el camarero nos traía vasos de un litro pero le pedimos que mejor de medio litro, a lo que nos alegó: "pues toda la gente se pide un litro". Típico alemán. La vuelta al aeropuerto la hicimos ya por la tarde. No entraré en más detalles, pero sólo comento que a falta de dos horas para la salida del vuelo (en Múnich) todavía andábamos metidos en un atasco en la autovía Salzburgo-Múnich. No sé cómo llegamos para embarcar, corriendo por la terminal del aeropuerto, pero lo hicimos. ¡Prueba conseguida! Pasamos unos días estupendos, divertidos y... España se llevó la victoria. ¿Podremos ahora con Italia? Soy optimista: volveré por estas tierras para ver a la selección en la final. Y si no, volveré igual.
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3 comentarios:
Me alegro mucho de que os gustaran los sitios que os recomendé. Pero por lo que sé, no llegasteis hasta el final del lago Konigsee. Os queda como asignatura pendiente para otro curso.
Y del viaje ¡qué decir! Se nota que os lo habeis pasado en grande.
No me dais envidia porque este año, en mi escapada europea, lo mismo me lio la manta a la cabeza y voy a conocer los "garitos" que recomiendas.
Que bien descrito, Paco! Al leerlo lo he revivido todo como si estuviera ocurriendo ahora.
Saludos de tu otro colega de viaje y socio del club Big Apple.
http://www.club-bigapple.de/
A ver si vamos a tener que volver para ver la final...
;-))
Saludos!!
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