sábado, 7 de junio de 2008

LIBROS / El maestro Ibáñez en la Feria del Libro


Hoy estaba firmando en la 75ª Feria del Libro de Madrid el Maestro Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936), el mejor dibujante de cómic (a él le gustaría más lo de tebeo) de nuestro país. ¿A quién no se le ha escapado alguna vez una carcajada leyendo aventuras de Mortadelo y Filemón como "El sulfato atómico", "¡Valor y al toro!", "Contra el 'Gang' del Chicharrón", "El caso del bacalao", "Chapeau el Esmirriau", "La máquina del cambiazo" o esas impresionantes sagas de Mundiales de Fútbol y Olimpiadas? Ibáñez nos hace a todos un poco más felices con sus historietas.



Y ahora que se cumplen 50 años de su pareja de personajes más famosa (también están ahí Rompetechos, el Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio o 13 Rue del Percebe, pero sin igualar en fama y repercusión) todo es poco para homenajear a este gran profesional y mejor persona. Trabajador infatigable con innumerables tiras cómicas a sus espaldas (ahora prepara un libro sobre las Olimpiadas de Pekín y acaba de lanzar dos sobre el 50 aniversario y uno sobre el 2 de mayo), al tiempo que se presenta siempre con una perpetua sonrisa en el rostro. ¡¡Un enorme saludo, Maestro!!

"El sulfato atómico" (1969), primera historia larga de Mortadelo y Filemón

3 comentarios:

Chespiro dijo...

Totalmente de acuerdo. Todo homenaje es poco para el maestro Ibáñez. Para los que quieran conocer un poco más sobre su obra, recomiendo humildemente mi blog:
www.mortadeloyalgomas.blogspot.com

Anónimo dijo...

Voy a confesar una intimidad (ya que estamos entre amigos, y ésto no lo va a leer mucha gente -je,je,je)

Ya siendo muy mayor (aunque aún vivía con mis padres, cada vez que tenía una oportunidad -entre primer y segundo plato de la comida, por ejemplo- me cogía mi ejemplar de Mortadelo y me ponía a leerlo con avidez. De vez en cuando dejaba escapar una carcajada, a los diez segundos otra, e intentando contener la risa, lo único que lograba era medio axfisiarme y provocar a mi madre para que me dijera: "Este chico es tonto. Es que se rie solo."
En fin, la historia del Abuelo Cebolleta termina. Espero que las siguientes generaciones sigan riendose con las historietas de Mortadelo y por lo menos en esos momentos sean tan felices como lo fui yo.
Gracias Ibañez

Pacman dijo...

Gracias, Chespiro. Visitaré tu blog a menudo...

J.J., coincido totalmente contigo. Yo también hacía lo mismo (creo que somos cientos de miles).