martes, 10 de junio de 2008

ECONOMÍA / Sobre el petróleo y la libertad de mercado


Tras dos días de huelga del transporte (y con una desgraciada muerte de por medio) en protesta por la subida del precio de los combustibles y la falta de rentabilidad del sector (especialmente de los autónomos) conviene hacer un par de reflexiones.

Por un lado, da miedo lo fácil que puede desequilibrarse (una parte de) la economía ante condicionantes externos, ajenos a la voluntad de un sector económico y del propio Gobierno. De hecho, da miedo pensar lo poco que puede hacer un Gobierno para evitar la escalada de precios del combustible. La subida mundial del petróleo, aun pensando que se trata de una materia con fecha de caducidad (a medio-largo plazo, en cualquier caso), no obedece a razones intrínsecas (salvo la fuerte demanda de países como China o India) sino a movimientos especulativos propios de esa poderosa fuente de energía y condicionados por crisis adyacentes como la de las materias primas y las finanzas descontroladas. Pero el caso es que nada parece frenar un barril que ya está en 140 dólares ni unos precios de los combustibles que superan los 1,20 euros (gasolina) y 1,30 euros (gasóleo). Y el Gobierno apela a la "libertad de mercado" para no poder intervenir. Esa misma "libertad de mercado" es la que ha originado la situación. La economía no puede ser un ente abstracto y superior ante el que los hombres debamos plegarnos. Se puede y se debe hacer algo.

Por otro lado, el sector transportista, de todos es conocido, es muy poco rentable debido a los estrechos márgenes con los que trabaja y a la dura competencia (y pirateo) dentro del mismo. Y todo porque el mercado exige precios ajustados para que el consumidor no pague las subidas. ¿O era para que el intermediario se quedara con la mejor parte? Dentro de la producción económica, la actividad trasnportista se da por descontada y parece que no cuesta nada. Pero una pequeña huelga ha conseguido desatar cierto pánico ante la posibilidad (exagerada) de escasez de productos. El sector merece mejor organización.


¿Pueden solucionarse ambos problemas, el descontrol del petróleo y la desregulación del transporte? Son cuestiones complicadas, pero los políticos tendrán que ponerse a trabajar en ellas y no ceder ante justificaciones externas para acabar diciendo que todo esto es inevitable.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El asunto es complicado. Como se ha revelado, los propios transportistas no se ponen de acuerdo con la huelga. Sólo un 20% de los mismos son los que la están secundando, pero su poder de intimidación está influyendo para que los demás no trabajen. El grupo huelguista está básicamente formando por autónomos, el último eslabón de la cadena de subcontratación del transporte por carretera que, en muchas ocasiones, trabaja a precios irrisorios para las grandes empresas del sector, que son las que realmente firman los contratos con los clientes a precios más altos. Pero, reconozcámoslo, hasta ahora las barreras de acceso para ser camionero son escasas, y era fácil comprar un vehículo y salir a trabajar. La economía crecía y había demanda para cubrir la enorme oferta de camiones que se estaba formando. Pero llega la crisis y ya no hay tanto trabajo, el gasóleo y los costes son más altos y, para un camionero autónomo, el camión es su vida, porque está endeudado para comprarse ese camión y tiene que pagarlo como sea, porque si no, le embargan hasta la casa. Ofrecerá su servicio incluso por menos precio que antes para seguir teniendo ingresos, aunque sea a costa de "quitarle" el trabajo a un colega. Y aquí surge el quiz de la cuestión: se trata por una lucha fraticida entre camioneros, de la que ellos se niegan a formar parte. ¿Cómo quieren evitarlo? Planteando que el Estado les imponga unas reglas, unos límites de juego: la tarifa mínima, con la que ningún camionero saldrá perdiendo. Pero, como nada sale gratis, alguien tendrá que pagar la diferencia, ¿no?. Lo que quieren es trasladar su problema a otro sitio, ¿dónde?. Que cada uno piense lo que quiera. Y no estoy hablando de prácticas de "dumping", pues eso -aunque es difícil de probar- sí que está prohibido. De hecho, los propios huelguistas nunca hablan de "dumping", hablan claramente de tarifa mínima. Y el "dumping" también se hace trabajando más horas de las permitidas, algo que ellos mismos saben que muchos realizan. El problema lo tienen dentro y, si no, ¿cómo no son capaces de aplicar las revisiones de precios pactadas en 2005, por las que se establecía una subida automática de las tarifas si también subían los carburantes? ¿Por qué tienen que volver ahora a ratificar un acuerdo que ya establecieron hace tres años? Porque se boicotean entre ellos mismos. La solución creo que sería similar a una reconversión: ayudas para retirarse, aunque sea provisionalmente. Y conste que si fuera yo camionero, quizás sería el primero en el piquete que estaría luchando por mi interés.

Anónimo dijo...

Por una vez (y sin que sirva de precedente) estoy en absoluto de acuerdo con tobías.

Aún así voy a hacer de abogado del diablo, y poner una nota discordante a tan elaborado discurso.

Ahora que las cosas no van tan bien en casi ningún sector productivo (miremos la construcción y todo lo que arrastra), todos nos ponemos a llorar y pedir que alguien (papá Estado o mamá Europa) nos ayude.

Cuando las cosas iban de puta madres y el dinero parecía que salía de debajo de las piedras, no era raro escuchar (tengo amigos que son pequeños transportistas autónomos) conversaciones del tipo: "me voy a Valencia esta noche, vuelvo mañana y me pagan 2.000 euros".
Joder, yo también quiero ser transportista.

Aunque por el lado contrario hay que ver la precariedad y penosidad de este tipo de trabajo. Pero mientras se cobre un buen pastizal, las penas con pan son menos.

Yo llevo años y años oyendo, por ejemplo, a los taxistas quejarse amargamente de las condiciones de trabajo, del poco dinero que se saca, de la peligrosidad, etc. etc. y cuando les dices: deja el taxi, te contestan: "Y un huevo. Si quieres te lo vendo por 30 millones"

Pacman dijo...

Tobías, muy interesante tu reflexión, se nota que dominas el sector ;-))

J.J., está claro que mucha gente mira al corto plazo y hace lo que sea por sacar buena pasta y cuando la cosa va mal, a llorar.

Por cierto, el Gobierno ha anunciado que va a ponerse duro para evitar los excesos de la huelga: cortes, desabastecimiento, etc. Y desde fuentes sindicales se señala que esto de los camioneros no es técnicamente una huelga (puesto que no son trabajadores) sino un paro patronal de un servicio de carácter público, luego podría haber sanciones.

Saludos!!

emimx dijo...

A Cristina k no la dejan gobernar..asi no va a poder solucionar las cosas.

Al final para qué vivimos en Democracia si luego sube una presidenta que quiere hacer las cosas diferentes para que todo cambie pero nadie la deja...

emimx dijo...

Y todos somos responsaboles, no solo los políticos.