Tras el ajetreo de Tokio, nada mejor que sumergirse en el pasado de este país milenario a través de una visita a Kioto, la antigua capital de Japón hasta 1868. Estuvimos dos días, pero la ciudad da para más si se va con tiempo y tranquilidad. De todas formas, os paso a contar lo más destacado. Bueno, antes que nada os recomiendo que, nada más llegar, os hagáis con un plano para ubicaros bien (la ciudad es más pequeña que Tokio, pero siguen siendo 1,5 millones de habitantes y su extensión es considerable). Del mismo modo que la mejor forma de moverse en la capital es mediante el metro, en Kioto es más aconsejable el autobús y el taxi para desplazamientos alejados puntuales.
Obligada es la visita al templo Kiyomizu-dera (fundado en el año 778), al que se accede subiendo una cuesta de un par de kilómetros repleta de pequeñas tiendas. Dentro, la tradición marca que hay que beber del agua de sus fuentes para prolongar la vida: yo bebí dos veces, así que tenéis Pacman para rato... El marco en el que se sitúa es bello, en la ladera de una montaña de vegetación frondosa y con unas vistas inigualables de la ciudad. Al bajar, tenéis que seguir el camino adoquinado para adentraros en el barrio de Gion, donde viven las geishas y donde abundan los ryoten o restaurantes tradicionales. El paseo por estas calles es una delicia y, volviendo hacia el centro, os adentraréis en una zona comercial muy animada aunque, desde luego, más tranquila que Tokio, porque siempre está presente el peso de la historia en todos estos rincones. Especialmente evocadora es la estrecha calle Pontocho, que corre paralela al río Kamo, en cuya orilla se descuelgan las terrazas al aire libre de los restaurantes, en una escena que me recuerda mucho al estilo del barrio Latino de París.
También destaco el templo de Sanjusangen-do (año 1.164) , en cuyo interior se exhibe una colección de 1.001 estatuas de la Kannon de mil manos, dentro de la estructura de madera más larga del mundo. Asimismo, en el templo Toji (796) tenéis la pagoda de cinco plantas más alta de Japón (55 metros). Muchos son, en fin, los edificios históricos (básicamente relacionados con el budismo) que alberga la ciudad, pero siempre tenéis que tener en cuenta que suelen cerrar entre las 16,30 y 17,30 horas en su mayor parte y que su precio es bastante asequible (entre 300 y 500 yenes, 2,40 y 4 euros) e incluso alguno gratuito, como Hongan-ji (bueno, sólo uno de los dos en que se divide).
La visita a Kioto es el inicio de nuestras previstas salidas fuera de Tokio, para lo que resulta imprescindible sacarse el Japan Rail Pass o bono para los ferrocarriles estatales nipones JR, incluyendo el "tren bala" Shinkansen (pero no el Nozomi). El de una semana nos costó 215 euros y sólo se puede comprar en agencias de viajes específicas fuera de Japón (aquí tenéis las de Madrid y Barcelona). La prueba de que vale la pena es que un viaje de ida y vuelta Tokio-Kioto ya cuesta cerca de 200 euros. Lo canjeáis al llegar al país, en cualquier oficina de JR en las principales estaciones, y le marcáis la fecha en que se activará... Y ya está, luego sólo tenéis que enseñar el pase cada vez que entréis a coger un tren y ¡a viajar a tutiplén! E incluye algunas líneas del metro de Tokio, siempre las operadas por JR (como la circular Yamanote). Eso sí, el acceso es en los vagones sin numerar (normalmente del 1 al 5), si queréis reservar asientos concretos podéis hacerlo con cierta antelación (el día antes, por ejemplo), también en cualquier oficina de JR, y sin coste adicional alguno. ¡Un chollo, la verdad! Aunque, bueno, hay que reconocerlo, el Shinkansen está bien y fue un tren rápido pionero, pero el AVE le supera en ciertos aspectos, especialmente en equipamiento (en el japonés no hay pantallas de vídeo para entreteneros en el trayecto). ¡En algo les ganamos, aunque sólo sea en eso!
3 comentarios:
Excelente crónica viajera, es como si estuviera allí, ja, ja. No te creas que tengo muchas ganas de bromear, estoy pasando un mal momento, ya te contaré....... Ya tienes abono para ver al Panathinaikos y hemos terminado bien la pretemporada, 0-1 en Castellón (gol de Sinama Pongolle, milagro!!). El miércoles próximo empieza lo bueno.. Ah, se me olvidaba, del festival de Sanse han adelantado las pelis que competirán en Zabaltegui-Nuevos Directores (perfil festivalero y desconocimiento en general) y como siempre hay algunas que también compiten en la secc. oficial (dos de las españolas, ya sabidas, y una turca - título 10 TO 11- dirigida por otra mujer). Te suena, no? Ja, ja.
Un abrazo!!
Alex
Gracias por lo de la entrada, creo que es para el martes 25 (partido de vuelta), no? La que me flipa para Sanse es la peli española de la Igartiburu, puede ser tremenda!! ;-))
Muchos ánimos desde Japón, pronto hablamos.
Abrazotes!!
Efectivamente, martes 25 a las 20:45h. Lástima que todo se termine, pero al menos todavía te quedan las fiestas de Quintanar. Hubiera pagado unos yenes por verte en el karaoke, Bill Murray de pacotilla, ja, ja!! Buen viaje de vuelta, nos vemos pronto!!
PD: La de la Igartiburu y en euskera va a ser que no..........
Alex
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