jueves, 28 de febrero de 2008

ECONOMÍA / Aquí los ricos no pagan


El reciente escándalo desatado en Alemania (y, atención, con implicaciones en España), por el que se calcula que unos 1.000 ricachones germanos habrían evadido 4.000 millones de euros del fisco (es decir, de todos) a través de ese paraíso financiero que es el Principado de Liechtenstein, tiene importantes implicaciones económicas, sociales e incluso morales, pero se resumen en una: vaya cara más dura. Todos conocemos casos públicos de empresarios o deportistas que trasladan su domicilio fiscal a Andorra, Suiza, etc. para no pagar impuestos (en este caso parece que está implicado el ya ex presidente de Deutsche Post, Klaus Zumwinkel). Y parece que lo damos por supuesto y que incluso hace gracia.

Pues a mí no me hace la más mínima. Sobre todo cuando sabemos que casi el 80% del IRPF está soportado por las rentas del trabajo, en una tendencia creciente en los últimos años, mientras que la aportación de empresarios y autónomos va a la baja gracias a las triquiñuelas legales que permiten obviar o reducir la cita con el fisco (constitución de sociedades instrumentales, "maquillaje" de cuentas, etc.). Es indignante que el actual Estado del Bienestar que, aun con sus imperfecciones, nos ofrece a TODOS pensiones, sanidad, educación..., sea socavado por esta panda de insolidarios. ¿Qué quieren, que seamos los curritos -hipercontrolados por Hacienda- los que paguemos solos? ¡Pues claro!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero también hay que entender el derecho de la persona, cualquiera que sea su país de origen, a buscarse para sí y para su familia el mejor sustento posible.

Nota: Esto no es un comentario, esto es un corta-pega de lo que dices sobre la inmigración, aplicado a la evasión. Algunos entienden que su lucha por la supervivencia no acaba ni cuando se han comprado el yate. ¿Somos insaciables?

Pacman dijo...

Desgraciadamente parece que muchas veces el dinero llama al dinero en una vorágine imparable que no entiende de reglas. Esta idea aparece, por cierto, en la reciente película "Pozos de ambición" (con el oscarizado Daniel Day-Lewis), que, aunque no es muy redonda, te recomiendo verla.

Gracias, Tobías.