martes, 28 de diciembre de 2010

INTERNET / El fracaso de la ley Sinde y la solución

De sobras es conocido el estrepitoso fracaso de la llamada "ley Sinde", que pretendía poder cerrar las páginas web de intercambio de archivos de audio y vídeo, aduciendo que vulneran los derechos de los autores. Y el fracaso está originado en algo bien sencillo: internet es un medio global de expresión y un foro de libertad que difícilmente puede ser moldeado al gusto de instituciones y Gobiernos. Y eso está bien. Bueno, ya conocemos el conflicto que desde hace tiempo envuelve a los defensores del libre intercambio online y a los autores de esas obras, que reclaman cobrar derechos (bueno, los suelen reclamar más fehacientemente las compañías editoras, por algo será). Las posturas son bien conocidas.

Pero ya es tiempo de buscar soluciones. Como asiduo internauta y como compositor de canciones puedo ver sin problema las dos posiciones. Quizá ambas partes han lanzado argumentos demasiado extremistas. ¿Es lícito bajarse cualquier cosa de forma gratuita? En realidad, sí, es la base de internet y difícilmente puede modificarse, el intercambio de archivos remite a la vieja tradición de copiarse discos en cintas de casete, solo que el alcance es mayor por el efecto universal de internet. Pero la idea es la misma. No es algo nuevo y siempre ha ocurrido. Pero sí es cierto que descargarse el último estreno del cine supone que alguien se ha metido con una cámara, lo ha filmado, etc. ¿No hay algo ilegal ahí? Lo parece. Por otro lado, si alguien sube una copia de un DVD a internet para prestárselo a todo el mundo, ¿no tiene derecho? Parece que sí. Cuando un artista reclama un dinero por el disfrute de esa copia suya, ¿no tiene algo de razón? La tiene. Cuando las editoras esclavizan a los artistas con contratos leoninos, ¿alguien se lo impide? No y, por tanto, esas empresas no son de mi agrado, ni creo que estén legitimadas para llevarse mi dinero como cliente, prefiero dárselo a sus verdaderos creadores. Internet favorece esto, la comunicación directa de artista y público.

Por tanto, en base a estos postulados que, creo, muchos podrían compartir, propongo lo siguiente:

-El reconocimiento de que, en el marco de internet, cualquier obra pueda ser disfrutada de forma libre y gratuita, con la excepción de:
-Un periodo de tres meses tras su estreno, tiempo suficiente para rentabilizarla en cines o webs si es película y en tiendas o webs si es disco.
-Es en este plazo cuando, si se quiere acceder a la obra en internet, se podría admitir un pago.
-Ese pago no se debería hacer efectivo en el momento, sino realizarse mensualmente en la factura de nuestra compañía telefónica, que quizá podría habilitar una tarifa plana de descargas de archivos de reciente creación, digamos de 5 euros/mes. Esto supondría, contando con que un millón de internautas españoles se bajaran obras recién editadas (sobre 20,4 millones de usuarios que usan internet al menos una vez a la semana), unos ingresos extra de 5 millones de euros al mes o 60 millones al año. 225 millones de euros es lo que se vendió en discos en España el pasado 2008. 150 millones es lo que se recaudó en entradas a conciertos, también en 2008. Eso sí, el que no se descargue ninguna obra en los tres meses de su estreno deberá ahorrarse 5 euros en su factura telefónica.
-Pero, ¿pagar a quién? Lógicamente a los autores originales. Es decir, si yo me descargo canciones de REM el dinero debe llegar a REM y no a la SGAE. A cada autor lo que le corresponde. Es tremendamente injusto que una institución privada española como la SGAE se quede con un dinero que no corresponde a un artista siquiera español, ¿verdad?
-Como en internet queda registrado lo que te has bajado y cuánto te has bajado será muy fácil de implementar. La pregunta no es si estas ideas las aceptarán los internautas, sino si las aceptarán los llamados "empresarios de la cultura", que nunca entendieron el modelo de internet ni supieron sacarle partido cuando todavía tenían la sartén por el mango. Ahora es muy distinto.

2 comentarios:

Congreso Web dijo...

Muy buen artículo, estoy de acuerdo en muchos puntos contigo, pero ante un fenómeno global, o casi global, ¿no deberíamos legislar globalmente?
Bueno te dejo un enlace de un artículo que habla precisamente de esto de las diferentes legislaciones de internet en el mundo.
http://congresoweb.es/2010/12/legislacion-de-internet-en-el-mundo/

Pacman dijo...

Totalmente de acuerdo, vista las diferentes (y contradictorias) legislaciones que hay por todo el mundo urgiría un acuerdo global sobre internet. Pero si no se ponen de acuerdo en un solo país...

Saludos!!