El lunes culminó en el madrileño teatro Lara la "extensa" gira de Javier de Torres presentando su último y notable disco "Las grandes ambiciones" (2009) -escúchalo en Spotify-. Y decimos "extensa" porque se trataba de su segundo concierto, algo sobre lo que él mismo bromeó al inició de la velada. Y quizá sea cierto que se valora más la calidad cuando se dosifica tanto. Desde luego, el concierto fue emocionalmente intenso, como cabía esperar, e instrumentalmente impecable. Ese cuarteto de cuerda hispano-búlgaro, ese piano a cargo de Jesús Redondo (Los Secretos), ese bajo de Pepe Bermejo (ex Happy Losers y responsable de la grabación del disco que se presentaba), esas guitarras acústicas restallantes... Y esa estupenda voz de Javier de Torres, que glosa letras sacadas del corazón y las tripas, las más de desamor, en canciones redondas de dos minutos. Efectivamente, "Son más los que mueren de desamor", "El corresponsal", "Detroit", "Los detalles" (cínica parodia del "Y como es él", de José Luis Perales"), "Un fan en el CSIC", "Desmayada en el altar", "Las grandes ambiciones"... Todas ellas son canciones preciosas y conmovedoras por fuera y brillantemente desoladoras por dentro.
Para abrir boca, actuó como telonero Luka Booh o, lo que es lo mismo, Tony Sáenz (ex The Happy Losers), que desgranó un convincente cancionero pop con la única ayuda de su guitarra acústica. Luego, se unió a Sergio Cerro (otro ex The Happy Losers) para hacerle a Javier de Torres unos coros angelicales marca de la casa en varios temas.
Javier de Torres - "Los detalles"
Javier de Torres - "El corresponsal"
Javier de Torres - "Un fan en el CSIC"
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