Pocas personas pueden presumir de haber tenido una vida tan consagrada a la lucha por las libertades y la justicia social como Marcelino Camacho. El fundador y ex secretario general del sindicato Comisiones Obreras (entre 1976 y 1987), y diputado en las dos primeras legislaturas por el Partido Comunista de España (dimitó en febrero de 1981 al no estar de acuerdo con las normas laborales aprobadas para el Estatuto de los Trabajadores), pagó con 14 años de su vida en la cárcel el haber ayudado a traer la democracia actual a nuestro país. Siempre íntegro (¿cuántos hombres públicos se han dejado arrastrar por la corrupción?), siempre fiel a sus ideales de solidaridad humana y de defensa de los trabajadores. Marcelino Camacho se ha ido, pero su mensaje sigue vivo entre muchos de nosotros.Extracto de una entrevista a Marcelino Camacho.
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