
Pero, más allá de esto, ¿realmente son necesarios los recortes? De cualquier tipo, me refiero. Lo pongo en duda. Algunos de los indicadores macroeconómicos, esos que a los que siempre se les ha dado tanta importancia, parecen recuperarse. Así, el PIB del primer trimestre fue positivo (tras siete trimestres negativos), aunque con un mínimo +0,1%, mientras que el interanual se situaba aún en el -1,3%, si bien las proyecciones anuales hablan de un -0,3% para 2010 y de un positivo 1,3% para 2011, aun a pesar del efecto perverso que tendrá el ajuste del Gobierno para el crecimiento de la economía, ya que inicialmente se rpeveía un 1,8% para 2011. Y todo esto después de un único ejercicio con retroceso notable (2009, con -3,6%). Por su parte, el consumo de los hogares aumentó un 1,9% también en los tres primeros meses de 2010, por segundo trimestre consecutivo y a un ritmo algo mayor. Las exportaciones crecieron en el mismo periodo un 8,1%, por encima del 4,6% de las importaciones. El Valor Agregado Bruto (las ventas de las empresas menos sus compras a otras empresas, sin incluir la depreciación del capital fijo) de la industria ascendió un 10,1%. En fin algunos datos, aunque pocos, para la esperanza. Sólo el chantaje de los mercados e intereses especulativos pueden explicar las medidas que acaba de tomar el Gobierno, que, obviamente, también tiene su cuota de responsabilidad.
Continuará...
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