lunes, 10 de noviembre de 2008

ECONOMÍA / El papel de España en la Cumbre de Washington


Zapatero: "Sarkozy, aquí un amigo"

Gracias a Nicolás Sarkozy, y a la eficaz persistencia de Zapatero, España tendrá asiento en la ya cuasimítica Cumbre de Washington del próximo sábado, donde se reunirán el G-8 (los siete países más ricos + Rusia), las economías emergentes presididas actualmente por Brasil... y nuestro país. Vale, será un sillón de prestado (Francia tiene dos por ser miembro del G-8 y presidente de turno de la UE), pero habrá que agarrarse a él con fuerza, aunque eso suponga que Zapatero deba mejorar su lamentable francés. ¿Y por qué hay que estar ahí? Sencillamente: se van a refundar las bases de la economía capitalista. ¿El sábado? No, hombre, no se hizo Roma en un día, pero va a ser el inicio. Y más nos vale si queremos salir todos con bien de esta crisis a la que no se le ve aún el fin y si deseamos que no vuelva a repetirse, al menos con tan amplias repercusiones. Bretton Woods deberá ser el referente.

¿Pero cuál debe ser el papel de España en Washington? No se trata sólo de haber hecho el esfuerzo por salir en la foto. Habrá que plantear propuestas serias. Cierto que nuestro sistema financiero ha resistido la debacle y debe aparecer, en general, como ejemplo a ojos del resto del mundo. Pero no podemos sentirnos tan orgullosos de otros aspectos económicos: España lidera la destrucción de empleo (casi 200.000 personas en octubre pasado); la burbuja inmobiliaria nos tiene a todos con el agua al cuello; se mantiene relativamente alta la inflación, que reduce el poder adquisitivo; y se amplía la brecha entre empleados y directivos, en un contexto de desigualdad social entre ricos y pobres media-alta.

Las propuestas para la Cumbre de Washinton y la reorganización económica ya las han lanzado los sindicatos, pero la lógica nos muestra algunas:

-Mayor control social de la economía privada, especialmente de la de carácter financiero, pero también de la productiva con criterios especulativos (esa globalización interesada, esos ERE inventados...).

-Cambio en los criterios económico-sociales básicos: búsqueda del beneficio razonable, del empleo estable y control de los muy altos (y muy bajos) salarios.

-Cambio en los criterios económicos gubernamentales: fin del neoliberalismo y la desregulación, supremacía del sistema de impuestos progresivo y redistributivo.

-Eliminación de instituciones desfasadas y generadoras de deudas y pobreza, como el FMI o el BM, en la línea de las demandas del prestigioso economista Joseph E. Stiglitz. Y su sustitución por nuevos organismos cooperativos y generadores de riqueza sostenible.

Se aceptan más ideas...

No hay comentarios: