Así que privatizamos Repsol, vamos, que la mandamos al libre mercado (el proceso lo inició el PSOE en 1989 de forma minoritaria y lo culminó el PP en 1997, perdiendo ya totalmente el control de la compañía) y ahora nos quejamos de que la rusa Lukoil quiere tomar el 30% de la petrolera española, comprando en ese libre mercado las participaciones de la inmobiliaria Sacyr Vallehermoso (endeudada por 18.000 millones de euros) y La Caixa. Muy bien, después de haberle sacado el dinero por su venta, ahora nos damos cuenta de lo importante y estratégica que es Repsol para los intereses nacionales y nos da miedo que se la quede el mejor postor, siempre que sea ruso, pues preferiríamos un comprador de nuestro gusto. ¡Pues no haberla vendido! Ahora la cuestión es: si Repsol realmente es tan importante para el Estado, que la recupere aprovechando la posición de debilidad de Sacyr Vallehermoso. Pero, claro, con la crisis llevándonos al 4% de déficit público, no está el horno para bollos. ¡A quejarse a los que la privatizaron!
Luis del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso, que posee el 20% de Repsol
2 comentarios:
Si por privatizar se entiende que el ICO financia (y ejerce de agente colocador ante la otras entidades participantes) un préstamo sindicado para que entrara Sacyr en el accionariado... Más bien parece un contubernio de difícil desembrollo...
Saludos,
Alex
La verdad es que fue un poco chapucero lo de "ayudar" con dinero público a Sacyr a "españolizar" Repsol. Nunca debió privatizarse.
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