El físico y divulgador científico japonés Michio Kaku aborda en "La física del futuro" la complicada tarea de mostrar por dónde va a ir la ciencia en las próximas décadas y, en última instancia, cómo será la vida de los humanos en el siglo XXII. Su lectura resulta reconfortante por cuanto prevalece la confianza en las bondades de la ciencia para la humanidad y la idea de que sólo los errores de ésta en usarla impiden una vida mejor. Kaku trata de hablar del futuro a partir de un amplio espectro de campos. Así, siempre partiendo de los hechos conocidos y en función de una proyección probable, habla de la previsible evolución de los ordenadores, de la inteligencia artificial, la medicina, la nanotecnología, la energía, los viajes espaciales, la riqueza y, por último de la humanidad, culminando con un ejercicio de recreación de un día cualquiera en el año 2100.
La lectura de todos los capítulos relativos al desarrollo científico de las distintas ramas tecnológicas es sencillamente apasionante. Percibir las que pueden ser futuras aplicaciones (en el corto, medio y largo plazo) de los ordenadores, internet, la inteligencia artificial o las energías te transporta literalmente a un mundo que puede ser mejor. Lógicamente, uno siempre tiene en mente el desaprovechamiento o incluso el mal uso que se hará de estas potenciales herramientas. Ésta es una cuestión más evidente en los últimos capítulos del libro, donde Kaku expone cómo se puede gestionar la tecnología y qué opciones tendrán las personas para aprovecharlas. Aquí es donde el científico peca quizá algo de optimista al valorar sólo la parte más positiva de la globalización y obviar sus efectos perversos. Pero especialmente interesante es el dibujo que hace del potencial de la educación para ganar el futuro: aquellos empleos sin cualificación que puedan ser replicados por máquinas no tienen nada que hacer, frente a las profesiones que dependan de la creatividad característica humana, imposible de copiar artificialmente. Y para ello, un sistema educativo generalizado y bien planificado es vital para el progreso de un país y sus individuos. Aprende, Wert.
1 comentario:
Parece un libro interesante para leer próximamente. Especulativo aunque puede acertar en mucho
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