lunes, 24 de octubre de 2011

CINE / 56ª Seminci de Valladolid

Las cosas no andan bien por el mundo de los festivales de cine (ni por el mundo, en general). Sólo así se explica que, en una encuesta que este año han repartido en la Seminci de Valladolid, se sondee la posibilidad de que los asistentes pudiéramos dar dinero para apoyar el festival. La problemática situación queda clara cuando Javier Angulo, director de la Seminci, admite que este año han dedicado más tiempo a buscar financiación que a elegir películas. Mal asunto. Como en el último año, el festival vallisoletano reduce un día su programación para ahorrar costes. Y digo yo, si no queda más remedio que quitar un día, ¿por qué no quitarlo de entresemana, un miércoles, por ejemplo? Pero no el viernes, ¡¡¡que es cuando el público de fuera tenemos la oportunidad de acudir a la Seminci y, ya que estamos, aprovechar el fin de semana y hacer gasto en la ciudad!!! Que no vendrá mal, ¿no? Para hacérselo mirar... En fin, vamos con lo visto...

"Monsieur Lazhar" (2011), de Philippe Falardeau (Sección Oficial)
Hay que tener muy buena mano y sensibilidad para acercarse al mundo de la educación infantil y no caer en tópicos o moralinas. Y si, además, le añadimos el drama de la muerte de una profesora y las repercusiones que ello tiene en los alumnos, las dificultades vitales de un exiliado argelino y el trágico pasado que arrastra, la forma de abordar las relaciones padres-profesores-alumnos en el sistema educativo y las dificultades de comunicación en general que se abaten sobre todos en distintas situaciones... Con todo ello tenemos un espléndido fresco de relaciones humanas a cargo del canadiense Philippe Falardeau, que consigue entretener, concienciar y emocionar sin que nada chirríe en este filme notable.

"El perfecto desconocido" (2011), de Toni Bestard (Sección Oficial)
El mallorquín Toni Bestard se estrena en la dirección con este largometraje sobre un irlandés que vuelve al pueblo donde una vez fue feliz con su chica. Comprendemos que una tragedia pasó y que el protagonista necesita exorcizar el pasado. Pero, precisamente, esta trama, quizá en exceso simple, es la que puede interesar menos en la película. En cambio, la relación de amistad que el personaje traba con distintas personas del pueblo: una chica decidida que quiere irse, un chico mohíno que no sabe hacer frente a sus padres, una mujer madura que desea un hijo con cualquiera de dos candidatos... Esto es lo mejor del filme, porque se aborda con un costumbrismo desenfadado, de humor natural y sencillo que genera inmediata empatía.

"Habemus Papam" (2011), de Nanni Moretti (Sección Oficial)
Distendida película en la que el director italiano pone en cuestión la infalibilidad de la elección papal cuando al elegido le entra el pánico escénico y no se ve capaz de asumir la tarea. A partir de ahí, lo mejor de "Habemus Papam" está en la mirada informal que Moretti plantea sobre la curia vaticana y los ritos supuestamente sagrados y solemnes. Aunque en ningún momento se pone en tela de juicio el sistema católico. En cuanto al drama del protagonista, ese Papa que no se ve en el cargo y que recuerda su sueño roto de ser actor, puedo entenderlo y compartirlo, aunque no acaba de calarme hondo. El conjunto de la película se queda, pues, en un bienintencionado quiero y no puedo, en una cinta entretenida pero que no deja mayor poso.

"The Pipe" (2011), de Risteard O'Domhnaill (Sección Tiempo de Historia)
La decisión, contra viento y marea, de la petrolera Shell de poner en marcha un gaseoducto desde una plataforma marina en la costa Oeste de Irlanda hasta una refinería terrestre, pasando a apenas 140 metros de las casas de los tranquilos y atónitos aldeanos, da pie a este documental sobre la desigual lucha de estos habitantes (pescadores y agricultores, sobre todo) contra la todopoderosa multinacional, que se salta y adapta leyes a su antojo. Asistimos a un movimiento de resistencia duro para gente que no es precisamente revolucionaria, que genera divisiones y que tiene todas las papeletas para perder. Una vez más. "The Pipe" es ejemplo de que, en el documental, una historia con fuerza y gancho es más importante que los resultados cinematográficos en sí mismos.

"Una familia de tres" (2011), de Pia Strietmann (Sección Punto de Encuentro)
A partir de la muerte de la madre, la familia compuesta por padre con amante, hijo alejado del hogar e hija que trata de sobrellevar la adolescencia atravesarán distintas fases por las que se harán daño, se alejarán, se acercarán, tratarán de comprenderse... Todo quizá bastante visto ya, nada original, pues, si bien se plantea de una manera lo suficientemente convincente como para que merezca la pena su visionado.

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