domingo, 28 de diciembre de 2008

CINE / ¿Dónde veremos buen cine?


¿Os habéis dado cuenta de que las películas en blanco y negro y en versión original prácticamente han desaparecido de las pantallas de televisión? Sin ir más lejos, en estas fechas navideñas antes caía siempre "¡Qué bello es vivir!" (1946), el clásico ineludible de Frank Capra, protagonizado por el gran James Stewart. Pero ahora, nada de nada. Y eso que este año de crisis económica se presentaba muy proclive a su temática. Recordemos el argumento:

El joven propietario de una pequeña casa de créditos para familias y pequeños empresarios, George Bailey (James Stewart), se ve afectado por la crisis del 29, quedándose sin dinero en efectivo para repartir entre la gente que, atizada por el pánico y los movimientos especulativos, quiere recuperar sus ahorros. En última instancia, y con el dinero de su propia boda con Mary (Donna Reed), consigue salvar el negocio, ayudar a la gente y evitar que el banquero codicioso (Lionel Barrymore) tome su empresa. Años después, por un descuido de su tío Billy (Thomas Mitchell), que pierde 8.000 dólares propiedad de ese banquero, Bailey afronta la bancarrota total y decide suicidarse. Entonces, al más puro estilo de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens, un ángel se le presenta y le hace ver lo importante que es su vida para los demás. Bailey cambia de opinión y vuelve con su familia y amigos, que le preparan una inolvidable sorpresa.


Imposible no emocionarse. Y me pregunto yo: ¿por qué la televisión nos niega grandes películas como ésta sólo porque estén rodadas en blanco y negro (o como dice el maestro Carlos Pumares: "en blanco, negro y una maravillosa gama de grises")? ¿Qué pasa, que por estar en colorines ya las películas son magníficas? "El público ya no está acostrumbrado al blanco y negro", pueden decir desde las cadenas, o más bien "la publicidad huye del blanco y negro". Pero, si se nos acostumbra, ¿no nos daría lo mismo? ¿No elegiríamos las películas buenas independientemente de su color? ¿Qué generación estamos criando que ya no puede disfrutar de ciclos de grandes actores clásicos como el propio James Stewart, Cary Grant, Henry Fonda, Humphrey Bogart, Katherine Hepburn, Greta Garbo o Paulette Godard? ¿O de directores como Howard Hawks, Fritz Lang, Ernst Lubitsch, Frank Capra o George Cukor? ¿O de esos extraordinarios filmes de cine negro? ¿O del eterno humor de Charles Chaplin, Buster Keaton, los Hermanos Marx, El Gordo y El Flaco o Harold Lloyd? Y no hablemos ya de la versión original, en un país como el nuestro, cuya capacidad para hablar otros idiomas siempre ha sido ridícula, ¿cómo vamos a mejorar si no nos acostumbramos, aunque sea de vez en cuando, a ver películas en su idioma original, a escuchar las verdaderas interpretaciones de los actores y no las de otros que doblan su voz?

Os dejo esta magnífica secuencia de "¡Qué bello es vivir!" (doblada, para que sea más fácil, je,je), que empieza con el idilio de la pareja protagonista y acaba con su particular luna de miel. Pero, mientras tanto, mirad todo lo que pasa:

 

"El dinero no está aquí, está en la casa de Joe, junto a la tuya, en la casa de los Kennedy, en la de la señora McClee, en centenares de casas". Frase mítica donde las haya.

8 comentarios:

Jaume dijo...

Ayer precisamente pude disfrutarla en un canal de la TDT Catalana (K3/300). Se echan de menos los clásicos en TV.

Jesus Castillo dijo...

La gente que ama el cine no ve la tele. Ve DVD

Pacman dijo...

Jaime, cierto que vagando por los (muchos infumables) canales de la TDT algo se podrá encontrar, pero los que realmente ve la gente están totalmente vacíos de cine clásico. ¿Deberían entonces las escuelas prescindir de Cervantes o Shakespeare? Salvando las distancias entre la TV y los colegios, pero es que yo aprendí de cine gracias a los ciclos de la TVE de los años 80. Gracias por pasarte por aquí, saludos!!

Jesús Manuel, soy el primero en cuestionar que la TV sea el formato adecuado para ver cine. Pero yo pienso en los chavales que no conocen el cine, que aún no tienen referencias, a los que sus padres no enseñan, que se pierden en la marña de internet en otras cosas y que, gracias a la TV, podrían acceder fácilmente a esos clásicos. Saludos!!

Anónimo dijo...

No todo lo que está en blanco y negro es buen cine.

Dicho esto, estoy totalmente de acuerdo en que cada vez es más difícil ver cine b/n en los circuitos comerciales generales.

Y, si me permites, yo pondría detrás de esa magnifica lista de interpretes y directores a los que haces referencia en tu comentario a algunos españoles.

El cine español ha tenido momentos gloriosos (Buñuel, Berlanga, etc. - vease también la magnifica exposición en el Instituto Cervantes de Madrid, donde el 90% de las referencias gráficas son en blanco y negro).

En todo caso, que nos pongan cine bueno, ya sea en blanco y negro o en colorines y no nos obliguen a zapear, deambulando alante y atrás por la interminable y abominable bazofia de canales que están a nuestro alcance. No teníamos bastante con tener siete u ocho canales malos como para que ahora nos pogan la misma bazofia repetida y atrasada a tiro de pulgar en los cincuenta o sesenta del TDT.

Pacman dijo...

Cierto, J.J. Igual que no por tener colorines te garantizan que la película sea buena, lo mismo pasa con el blanco y negro. Evidentemente. El formato no tiene nada que ver con la calidad. A eso iba con mi comentario: pido que los programadores no distingan por el color, sino por la calidad, al menos de vez en cuando...

Y claro que no deberíamos renunciar a ver, por ejemplo, "El verdugo", de Berlanga, una de las mejores películas de la historia del cine mundial.

Saludos y espero que lo tuyo vaya a mejor, aunque sea a pesar de los médicos ;-)) Feliz entrada de año!!

Anónimo dijo...

Lo mismo digo. Feliz año

(sabes que, al final, la del mostrador, me dijo: Juan, feliz año. Un 10 a las privatizaciones así)

Anónimo dijo...

Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

Añado:

Pero hay mucho B y N difícil de encontrar y de calidad...

FELIZ AÑO!!!

Pacman dijo...

Cierto, Alberto. A propósito, el otro día estuve en los cines Princesa, en la nueva zona llamada "km. 0,8" que pretende potenciar la cultura cinéfila, y concretamente en la carpa que han montado en la plaza de los Cubos vi varios cortos de Segundo de Chomón ("El hotel eléctrico" y otros. ¡Qué maravilla! Parece mentira que se hicieran esas cosas tan imaginativas a principios del siglo XX. ¡¡Feliz año para ti también!!