martes, 19 de agosto de 2008
VIAJES / Florencia, Pisa y Siena
Florencia desde Piazzale Michelangelo, con el
Palazzo Vecchio (izqda.) y el duomo (dcha.) al fondo
Siempre es un buen momento para ir a Italia y como no conocía la región de la Toscana (he estado en Roma, Milán, Verona y Venecia), pues ahí que me acerqué estos días de agosto. Nuestro campamento base fue Florencia (365.966 habitantes) y, desde ahí, hicimos visitas de un día a Pisa y Siena por tren, un medio muy cómodo y barato para moverse por el país transalpino (5,60 euros el trayecto Florencia-Pisa, por ejemplo). La capital toscana, donde nos alojamos en el hotel Galileo (Via Nazionale, 22/A -muy buena relación calidad precio-), es una ciudad para verla tranquilamente, disfrutar de paseos por el día, conciertos al aire libre por la noche en verano y, por supuesto, magníficas comidas a base de pasta (pero probad también el bistec florentino) y helados, aunque si tenéis prisa se puede ver lo más básico en dos días.
El Ponte Vecchio hace honor a su nombre
Uno lo podéis dedicar por completo a sus fabulosos edificios y a pasear por sus calles y puentes: el duomo (catedral) de Santa María del Fiore, con su enorme cúpula de Brunelleschi, su baptisterio y su campanile de 414 escalones, es sencillamente espectacular (y de pago, claro), pero no lo son menos el Palazzo Vecchio (en la Piazza della Signoria), el Ponte Vecchio, la basílica de la Santa Croce, la iglesia de Santa Maria de Novella, la Piazza della Repubblica y concluir a última hora de la tarde en Piazzale Michelangelo, desde donde tenéis unas vistas soberbias de la ciudad desde lo alto.
El segundo día podría centrarse en visitar los museos, exposiciones o interiores de edificios. Yo particularmente me centré en la Galería de los Uffizi, cuyo exponente es el Quattrocento de Botticelli, pero donde se pueden admirar también obras de grandes como Giotto, Caravaggio, Leonardo da Vinci, Durero, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Rubens, Rembrandt ¡y hasta un Greco! Gran pinacoteca, aunque, ojo, El Prado no tiene mucho que envidiarle. Y, atención, si pilláis las entradas por internet os ahorraréis dos horas de cola. La Galería de la Academia está reservada a los que tengáis mucha presión por ver el "David" de Miguel Ángel, la obra cumbre de este museo.
¡Vamos, que no se caiga esa Torre!
La visita a Pisa (88.363 hab.) se reduce básicamente a la llamada Piazza dei Miracoli, que incluye la archifamosa Torre inclinada, el duomo, el baptisterio y el camposanto. ¡Pero vaya visita! De todas formas, la estación de tren está muy bien situada para que tengas que atravesar el casco antiguo hasta llegar a la Torre. Ahora que se puede subir podréis ascender por la escalera de caracol y comprobar la extraña sensación de bajar cuando subís al pasar por el lado inclinado. Eso sí, nada más llegar id derechitos a reservar el tícket porque os darán para dos o tres horas después.
Siena: amplia y majestuosa Piazza del Campo
Y en Siena (54.498 hab.) nos encontramos con los preparativos del Palio, que se corre dos veces al año (2 de julio y 16 de agosto) en su impresionante Piazza del Campo. Es una gozada disfrutar del ambiente de los barrios, donde la gente y las bandas de música desfilan portando sus particulares estandartes. Pasear por las calles de Siena es revivir la vida de siglos atrás.
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4 comentarios:
Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas
Post maravilloso!!! Qué recuerdos. Me ha encantado leerlo (lo he hecho dos veces) porque me ha recordado a lo que viví yo hace muchos años en aquel viaje a estas ciudades.
Me alegra que haya ud. disfrutado tanto.
Saludos!!!
Italia en general tiene una belleza y un encanto inigualables. A ver si mi próximo destino puede ser el sur: Nápoles, Pompeya, Sicilia...
Saludos, Alberto!!
Pedaso de viaje.
Yo estuve no hace mucho por esas tierras y coincido contigo en que Italia tiene algo especial, pero ya sabes que, para paisajes yo soy más de Suiza. Te lo recomiendo y se lo recomiendo a todo el mundo.
Iré a Suiza, cómo no!!
Saludos!!
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