El Ministerio de Trabajo acaba de adelantar los últimos datos del paro: ha aumentado en 36.492 personas durante el pasado mes de julio, hasta alcanzar los 2.426.916 desempleados. A esto se suman las recientes previsiones avanzadas por el Servicio de Estudios del BBVA, que espera tasas cercanas al 14% para el próximo año 2009. Recordemos que el último dato oficial es el del segundo trimestre de 2008 (10,44% de paro, según el INE). Este rápido incremento del paro (llegamos a tasas del 8,5% y 8,6% en 2006 y 2007, y alguien habló de pleno empleo) demuestra una vez más lo equivocado de una política económica (iniciada con el PP y seguida de igual forma por el PSOE) que ha permitido que la construcción tomase las riendas del crecimiento: todos conocemos lo estable y productivo que es el empleo generado por el ladrillo. Sumemos a esto el deterioro del poder adquisitivo salarial y la inflación galopante, y ya tenemos la tan cacareada crisis.
Pero, claro, la crisis afecta de forma desigual: para el 22,5% la cosa va bien o muy bien, según una reciente encuesta de La Sexta. ¿Será para los directivos y propietarios de las grandes empresas? ¿Esas que ganaron 27.815,27 millones de euros en el primer semestre de 2008, un 26,5% más que en el mismo periodo de 2007? Efectivamente, mientras muchos seguimos haciendo cuentas cada mes, veinticuatro de las compañías del Ibex 35 han presentado sus resultados de los seis primeros meses del año. En cabeza, Endesa (ganó 6.002 millones de euros), por delante del Santander (4.740), Telefónica (3.593,22), BBVA (3.108), Repsol YPF (2.117) e Iberdrola (1.959,25). Sí, sí, y sigue habiendo constructoras, no os creáis: ACS (892 millones), Acciona (314,46) y FCC (201,80). Netos, para el bolsillo.
Caso aparte es la crisis financiera internacional. El profesor emérito Leopoldo Abadía la explica perfectamente en su blog (gracias, Jesus).
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