Y llegó la hora de los Pixies. Los de Boston han anunciado nuevo disco para septiembre, "Head Carrier" (2016), del que presentaron cuatro temas. La verdad es que se notan para bien los años de conciertos continuos desde el regreso de la banda, en 2004. Suenan compenetrados, sueltos, potentes... Aunque Black Francis siempre se muestra un tanto ajeno a la fama que le rodea, tratando a veces de frasear a contrapelo para evitar en lo posible los momentos karaoke. Verdadera actitud indie hasta el final. Parece mentira que sus canciones tan extrañas, en lo temático y en lo musical, hayan alcanzado tal proyección planetaria, pero es así. Todos vivimos la actuación de los Pixies con una maravillosa conexión mística, y también física, botando como locos en sus momentos más arrebatados. "Bone Machine", "Head On", "Wave Of Mutilation", "Subbacultcha" y "Velouria" constituyeron el arranque que abarcaba sus cuatro primeros y geniales discos, pero también sonaron canciones de su anterior álbum, "Indie Cindy" (2014), además de las citadas nuevas, demostrando que los Pixies son una máquina que funciona y tiene futuro por delante. Después llegó el infierno de la mano del dúo británico de punk Slaves. Demasiado atronadores y agresivos para mi gusto.
sábado, 9 de julio de 2016
MÚSICA / BBK Live 2016: 2º día - Pixies, Ocean Colour Scene, Belako
La segunda jornada comenzó con un viaje nostálgico, el propuesto por los británicos Ocean Colour Scene, dispuestos a repasar su gran álbum "Moseley Shoals" (1996), que cumple 20 años. La verdad es que la actuación fue impecable, con un sonido y una entrega encomiables. Algunos extras completaron la actuación, como el "Day Tripper" de The Beatles o varios temas propios, alguno de ellos nuevo. La banda se mantiene en forma (también el cantante, Simon Fowler, aunque físicamente está un poco fondón) y se nota que ha mantenido continuidad discográfica y en directo a lo largo de su trayectoria. Y siempre es un placer contemplar el virtuosismo de Steve Cradock a la guitarra. Después, los vizcaínos Belako demostraron en vivo que son un grupo a seguir. Su descarga sónica de indie-punk-rock suena potente y fresca. A la vez se perciben sus ansias de apuntar diversas líneas estilísticas y no encasillarse en los clichés del género. Por su parte, los barceloneses Love Of Lesbian presentaron temas nuevos y repasaron su ya extenso cancionero. Estuvieron, como siempre, animosos y conectando con el público. Son una apuesta segura de entretenimiento festivalero. Y, llegados de Stockport (Reino Unido), había expectación por ver sobre las tablas a Blossoms estrenando su primer álbum homónimo. Estos chicos gastan un indie-pop-rock con toques psicodélicos vía teclados que resulta interesante.
Y llegó la hora de los Pixies. Los de Boston han anunciado nuevo disco para septiembre, "Head Carrier" (2016), del que presentaron cuatro temas. La verdad es que se notan para bien los años de conciertos continuos desde el regreso de la banda, en 2004. Suenan compenetrados, sueltos, potentes... Aunque Black Francis siempre se muestra un tanto ajeno a la fama que le rodea, tratando a veces de frasear a contrapelo para evitar en lo posible los momentos karaoke. Verdadera actitud indie hasta el final. Parece mentira que sus canciones tan extrañas, en lo temático y en lo musical, hayan alcanzado tal proyección planetaria, pero es así. Todos vivimos la actuación de los Pixies con una maravillosa conexión mística, y también física, botando como locos en sus momentos más arrebatados. "Bone Machine", "Head On", "Wave Of Mutilation", "Subbacultcha" y "Velouria" constituyeron el arranque que abarcaba sus cuatro primeros y geniales discos, pero también sonaron canciones de su anterior álbum, "Indie Cindy" (2014), además de las citadas nuevas, demostrando que los Pixies son una máquina que funciona y tiene futuro por delante. Después llegó el infierno de la mano del dúo británico de punk Slaves. Demasiado atronadores y agresivos para mi gusto.
Y llegó la hora de los Pixies. Los de Boston han anunciado nuevo disco para septiembre, "Head Carrier" (2016), del que presentaron cuatro temas. La verdad es que se notan para bien los años de conciertos continuos desde el regreso de la banda, en 2004. Suenan compenetrados, sueltos, potentes... Aunque Black Francis siempre se muestra un tanto ajeno a la fama que le rodea, tratando a veces de frasear a contrapelo para evitar en lo posible los momentos karaoke. Verdadera actitud indie hasta el final. Parece mentira que sus canciones tan extrañas, en lo temático y en lo musical, hayan alcanzado tal proyección planetaria, pero es así. Todos vivimos la actuación de los Pixies con una maravillosa conexión mística, y también física, botando como locos en sus momentos más arrebatados. "Bone Machine", "Head On", "Wave Of Mutilation", "Subbacultcha" y "Velouria" constituyeron el arranque que abarcaba sus cuatro primeros y geniales discos, pero también sonaron canciones de su anterior álbum, "Indie Cindy" (2014), además de las citadas nuevas, demostrando que los Pixies son una máquina que funciona y tiene futuro por delante. Después llegó el infierno de la mano del dúo británico de punk Slaves. Demasiado atronadores y agresivos para mi gusto.
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