viernes, 26 de septiembre de 2014

CINE / 62º Festival de San Sebastián (3)

"Tigers", de Danis Tanovic (Sección Oficial)
Estamos ante una película de denuncia sólida, directa, valiente e inteligente como pocas. Un verdadero ejemplo a seguir dentro de ese particular género que busca remover conciencias, en este caso, a través de una historia real en la que David vence a Goliat. A veces ocurre (pocas). Un insignificante vendedor de alimentos infantiles en un país irrelevante del tercer mundo (Pakistán) descubre que su producto -elaborado por la multinacional para la que trabaja (nada menos que Nestlé)- causa la muerte de cientos de bebés. Sus dudas, primero, y la enorme dificultad de la tarea a la que se enfrenta, después, parecen condenar su causa: destapar el escándalo, evitar que se siga comercializando el alimento, condenar a la gran corporación. Pero su insistencia y la ayuda de una ONG y de algunos medios de comunicación internacionales le permitirán llegar más lejos de lo que cree. No es una lucha fácil, sin embargo, y la película también retrata sin esconderse la parte más oscura de esta historia que emociona y conmociona al mismo tiempo.

"Negociador", de Borja Cobeaga (Sección Zabaltegi)
Borja Cobeaga deja esta vez la comedia loca para abordar un tema realmente serio (la negociación en 2005 entre el Gobierno y ETA) pero desde un prisma desmitificador, humano y siempre con el sentido del humor característico del director vasco. Falta hace que nos riamos de todo lo solemne y trascendente, y en ese sentido, esta cinta entronca con "8 apellidos vascos", de la que Cobeaga es coguionista, pero hasta ahí los parecidos con dicha película. "Negociador" es muy diferente, pero también muy necesaria.

"Lasa y Zabala", de Pablo Malo (Sección Oficial -fuera de concurso-)
Una parte de nuestra historia reciente, un grave error, que es preciso recordar para no volver a repetir: saltarse el Estado de Derecho para luchar contra ETA, algo nunca se puede justificar. En 1983, dos integrantes de la banda terrorista fueron secuestrados, torturados y ejecutados por los mismos que deberían perseguir a los etarras, sí, pero con la ley. Años después se destapó el caso y los responsables (al menos, los identificados) fueron puestos en manos de la justicia. Con todas las dificultades del proceso, la película recrea bien los hechos y quizá se echa en falta una mayor contextualización de los acontecimientos y algo de fuerza fílmica.

"Eden", de Mia Hansen-Love (Sección Oficial)
Los años de auge de la música electrónica garage en Francia a través de la historia de un ficticio DJ. La historia insulsa del protagonista no aporta gran cosa hasta que, poco a poco, con el paso del tiempo, el argumento gana en profundidad para retratar el auge y caída de un ser que se niega a cambiar y a adaptarse, y que no es capaz de disfrutar con plenitud lo que tiene. Es el retrato de una derrota vital, aunque su vida interese más bien poco (sobre todo, si a uno no le gusta ese tipo de música).

"La desaparición de Eleanor Rigby", de Ned Benson (Sección Perlas)
Cierto que esta versión ha sido mutilada por los productores hasta quedar reducida a dos horas de metraje (¡del total de cinco!), pero mi opinión debe basarse en lo que veo y esto es un filme que da vueltas narrativamente sin ofrecer una historia con fuerza suficiente. La cinta habla de las repercusiones de un hecho fatal en la vida de una pareja e inicialmente iba a estructurarse en la visión de él y de ella de forma independiente. Nada de eso queda en la película estrenada, que resulta un mediocre pastiche.

"Aire libre", de Anahí Berneri (Sección Oficial)
Un filme que describe el proceso de desmoronamiento de una pareja trasladándolo al espectador a través de una sucesión de escenas irritantes (peleas, incomunicación afectiva, ruidos, gritos...). Puede que en el fondo haya un sentido para hacerlo así, pero el resultado es desagradable.

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