domingo, 11 de noviembre de 2012
LIBROS / "Acabad ya con esta crisis" (2012), de Paul Krugman
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman expone en este libro sus ideas sobre la actual crisis económica, sus causas, sus consecuencias y su posible solución, ciñéndose especialmente al caso de su país, Estados Unidos, pero ampliando su explicación a los países de la Zona Euro. Como buen keynesiano, Krugman argumenta una política económica alternativa a la que actualmente se lleva a cabo en Europa (bajo los auspicios de la conservadora alemana Angela Merkel) y por parte del opositor Partido Republicano (que controla el Congreso) en Estados Unidos. Y, como desgraciadamente todos conocemos, esa política económica actualmente dominante aboga por los recortes presupuestarios del Estado como única salida de la crisis, ya que considera que ésta ha sido provocada por el exceso de gasto público en los años previos. El economista estadounidense considera, por el contrario, que la razón de la crisis se encuentra principalmente en la burbuja inmobiliaria producida tanto en su país como en Europa (y especialmente en España) y en la desregulación financiera que ha provocado una alta inestabilidad en el sistema. Por tanto, la medida que Krugman propone para salir de la crisis es que, dado que el gasto privado se ha contraído por el desempleo y el parón del consumo, sea el gasto público el que lo sustituya. Más gasto público, por tanto, para introducir crecimiento en la economía en un momento en el que la parte privada está hundida debido a su descontrolado crecimiento previo. Una solución que, aunque a medio gas, se está realizando en los Estados Unidos con relativo éxito y es diametralmente opuesta a la que se está practicando en Europa.
Pero, se puede preguntar, ¿si se gasta más dinero público no crecerá entonces el déficit y, por lo tanto, la deuda? La respuesta de Krugman es sí, pero es mejor mantener el dinamismo de la economía con endeudamiento provisional público que dejar que se paralice y ahogue con los recortes del gasto que, además de impedir el crecimiento, acelera la destrucción de empleo y deteriora las redes básicas sociales de los ciudadanos, como la sanidad y la educación. Un endeudamiento que, al permitir al sector privado que se recupere, acabará por reducirse por sí mismo con el aumento de los ingresos privados y, por lo tanto, de los impuestos. Las medidas concretas de aumento de gasto social no tendrían ni siquiera que ser nuevas, según Krugman, sino que, tal y como está la situación en Europa, bastaría con volver a recuperar los niveles de gasto social precrisis en sanidad, educación, la tan necesitada I+D e infraestructuras para volver a crear tejido empresarial, empleo y crecimiento. ¿Y los "mercados" no nos penalizarán por sobrepasar los déficits y niveles de deuda? No, argumenta Krugman, pues lo que penalizan esos "mercados", como cualquier prestamista, es la incertidumbre y la falta de perspectivas de crecimiento para que les devolvamos los créditos durante los próximos años y décadas. Prueba de ello es que, con la actual política económica de recortes ya nos están castigando, con unos ratio de prima de riesgo que no bajan de 400-450 puntos este año, en el caso de España. Por tanto, que se intente ya. Eso sí, debe tratarse de un acuerdo conjunto a nivel europeo, ya que la política monetaria está bajo control supranacional. Por tanto, hace falta un cambio político en buena parte de Europa o, al menos en sus países centrales todavía bajo dominio de la idea de los recortes: Alemania, España e Italia. O, mejor aún, que se reforme cuanto antes la Unión para que podamos por fin votar directamente al Gobierno Europeo y decidir entre un partido que proponga recortes u otro que proponga aumento del gasto. Como en Estados Unidos. Y ya sabemos quíén ha ganado allí. El problema es que siguen deteriorándose las condiciones de vida de muchos ciudadanos europeos, demasiados, así que ¡hace falta una solución ya!
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