Interesante lo visto en esta edición del ya veterano Festival Internacional de Cine de Gijón, el último de los grandes certámenes cinematográficos celebrados en el año. Espítiru independiente, estilo renovador, temática diferente y desafiante... Con el tiempo, el festival gijonés mantiene sus constantes características, aunque el público no acaba de responder como se deseara. Una deuda pendiente para la organización, dirigida ahora por Nacho Carballo: mantener el listón de calidad y el enfoque alternativo al tiempo que se atrae a la gente a las salas.
"Después de Lucía" (2012), de Michel Franco (Sección Esbilla)
Tan pausado como terrorífico este relato que se inicia con la angustia vital por la pérdida de la esposa y madre de un hombre y su hija, respectivamente, que buscan la marcha a la capital para rehacer sus vidas. Y, en lugar de eso, se encuentran él con el recuerdo de la pérdida que le dificulta seguir trabajando y ella, en lo que es mucho peor, se ve envuelta en un tremebundo caso de acoso escolar. La cámara sigue con implacable sosiego a unos personajes absolutamente creíbles, sumergidos en una historia que, poco a poco, va acumulando escenas más y más insoportables hasta un desenlace tan terrible como lógico.
"Teddy Bear" (2012), de Mads Matthiesen (Sección Oficial)
Entrañable y surrealista la historia del culturista de físico imponente que se ve incapaz de encarrilar su vida sentimental debido a la relación de dependencia que mantiene con su posesiva madre. Para intentar solucionarlo viaja a Tailandia, país donde cree que será más fácil conseguir una chica, aunque su inocencia desconoce cómo funcionan realmente las cosas. Precisamente, ese constante choque entre la realidad y la incapacidad emocional del protagonista, mezclando con comedimiento humor y drama, es lo más logrado de la cinta, cuyo director trata con cariño y respeto a sus personajes, algo muy de agradecer.
"Beyond The Hills" (2012), de Cristian Mungiu (Sección Oficial)
El rumano Cristian Mungiu retoma la dirección, cinco años después de su cruda "4 meses, 3 semanas, 2 días" (2007), para aplicar su estilo sobrio y casi documentalista a una historia basada en hechos increíblemente reales. El reencuentro años después de dos amigas, procedentes del mismo orfanato, le sirve para lanzar mensajes a varios niveles: los cambios que produce el paso del tiempo y el hecho de que cada chica haya tomado un camino bien diferente en sus vidas (una monja, firme en sus creencias, y la otra con una evidente dependencia emocional); la contraposición entre fe y amor, dado que el afecto de una de ellas es rechazado por las nuevas posiciones morales de la otra; y, finalmente, la desoladora falta de comprensión practicada por todos y cada uno de los personajes y que lleva a un fatal desenlace. En contra del filme juega la reiteración narrativa de Mungiu, que lleva no sólo a un exceso de metraje, sino sobre todo a una redundancia en cuanto a lo que se quiere contar.
"The Woman" (2011), de Lucky McKee (Sección Géneros Mutantes)
Buena película al más puro estilo de serie B que cuenta la caza de una mujer salvaje por parte de un padre de familia dispuesto a civilizarla. A partir de aquí comenzará a surgir la duda sobre cuál de los dos personajes es más salvaje, mientras se ponen en evidencia poco a poco las terribles bases sobre las que se basa la vida de esa familia supuestamente civilizada: el dominio del hombre sobre la mujer y la crueldad del padre (y del hijo) con su cautiva... Hasta que la situación se desata, claro, y todo acaba como el rosario de la aurora, en términos gore.
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