Casos como los de Telefónica son paradigmáticos de cómo sufrimos la crisis en España: con mucho más paro que en cualquier otro lado. Y es que la prioridad de nuestras empresas pasa por el despido y la reducción de salarios, aun en situación de beneficios. Así se explica que Teléfonica, con ganancias de 10.167 M de euros el pasado año, un récord absoluto e histórico entre las compañías españolas, quiera reducir un 20% su plantilla, mandar a 6.400 personas a la calle. Y, además, a costa del contribuyente, es decir, enviando a la gente al paro y mediante prejubilaciones a cargo de las arcas públicas. ¿La excusa? Que sus filiales españolas han ganado menos. Sí, Telefónica de España un 14% menos, lo que sitúa sus beneficios en 2.432 M de euros, y Telefónica Móviles España, un 9,6% menos, hasta 1.980 M de euros. O sea, un total de 4.412 M., el 43,4% de sus ganacias mundiales. Pero a César Alierta y sus muchachos les parece poco. Dicen que sus ingresos caen en nuestro país. ¿No será por las elevadas tarifas que ofrecen? Eso sí, a los 1.900 directivos les reservan bonus de 450 M de euros para repartirse por cumplir sus órdenes. ¡Qué caraduras! ¡Bonito ejemplo!
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