Lo reconozco. No conocía nada de la provincia de Cádiz a pesar de que siempre me habían hablado de lo bonita que es su capital y lo amplias y acogedoras que son sus playas. Bueno, no lo conocía hasta ahora. Y, efectivamente, difícil es sustraerse de la belleza del casco histórico de Cádiz, con sus callejuelas (especialmente animados están los barrios de La Viña y del Pópulo), su preciosa catedral, su imponente malecón, sus hermosas playas (la extensa de La Victoria, su más recogida de La Caleta), su gente tan vital y sus ricas tapas de pescado. Lo cual me recuerda que debo recomendar el restaurante El Faro si queréis degustar deliciosas, bien elaboradas y asequibles raciones. Sentarse a comer en el salón es más caro, pero si os quedáis tomando tapas en la barra disfrutaréis igual y vuestro bolsillo no se resentirá. Eso en el caso histórico, porque junto a la playa de La Victoria tenéis el Show de las Tapas. Su nombre lo dice todo. Sus platos cuentan con una elaboración muy moderna y, en fin, están deliciosos. Por cierto, muy cerca os podéis tomar unas copas en el Off Side y en el Arsenio Manila, que se ponen muy bien.
También he conocido Conil de la Frontera, a 40 kilómetros de la capital, una población muy bella y con un ambiente fenomenal. Para tapeo durante el día y para copeo por la noche. Enorme es poco para describir su playa. Un poco más al sureste, siguiendo la costa, nos encontramos con Los Caños de Meca, un núcleo perteneciente a Barbate y que siempre ha sido el maximo exponente del hippismo y luego ha sido frecuentado por el famoseo de Pablo Carbonell, el Gran Wyoming, etc. Ahora hay gente de todo tipo pero se mantiene un espíritu buenrollista que te hacer estar muy a gusto. Frente a la playa está el famoso restaurante-jaima, un emplazamiento amenizado con música relajante, adecuado para disfrutar de las puestas de sol con unas panorámicas espectaculares y cenar comida árabe. En una última incursión (desgraciadamente, la cosa no dio más de sí), me adentré un poco en el interior hasta Vejer de la Frontera, un pueblo de casas blancas en el que es una maravilla pasear por sus calles antiguas, tomarse algo en la peña flamenca (mientras algunas chicas -incluida una japonesa- ensayan el taconeo) y comer en el estupendo restaurante Trafalgar.
Por cierto, ¿qué os parece mi flamante camiseta de España como campeona del mundo de fútbol (con la deseada estrellita), adquirida por 66 euros en Cádiz y que luzco en el restaurante-jaima de Los Caños de Meca?
3 comentarios:
Alberto Q.
http://traslaspuertas.wordpress.com/
Estupenda foto, Paco!!
Y se te ve feliz.
Conil de la Frontera, Caños de Meca, Tarifa... extraordinarios lugares.
Yo voy a hacer una escapada fugaz a Cádiz en breve. Ya contaré algo.
Abrazotes
Que disfrutes de esa escapada a Cádiz, Alberto. Merece mucho la pena para desconectar...
Saludos!!
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