Los madrileños La Paloma se van haciendo poco a poco hueco en la escena indie-rock nacional, gracias especialmente a su primer LP, "Todavía no" (2023), un discazo, y también a un directo potente, como demostraron en la sala La Paqui (Ocho y Medio) el sábado 4 de noviembre ante un público entregado que abarrotaba el local. Las canciones de desilusión, rabia y hastío calan profundamente mientras un sonido poderoso y guitarrero se vierte desde el escenario. El noise-pop que practican estos chavales no es un invento nuevo, puesto que hunde sus raíces en los años 80 y 90 pero, en sus manos, suena actual y relevante, y toca la fibra de las nuevas generaciones, amplia mayoría de los asistentes. Canciones como "Bravo Murillo", "Palos", "Sigo aquí", Algo ha cambiado", "No es una broma", "Quejas célebres", "Todo esto", "Tiré una piedra al aire" o "El adversario" tienen mucho de referencia generacional. Me alegro que la antorcha pase de mano en mano y la llama se mantenga viva...
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