Me interesaba la segunda jornada del Azkena Rock Festival de Vitoria-Gasteiz por tener la oportunidad de contemplar grupos míticos como Blondie y Violent Femmes, al tiempo que asistía a descubrimientos de nuevos talentos del rock. Efectivamente, los veteranos no decepcionaron. Se les notan las tablas y un cancionero que ha calado en varias generaciones. Blondie hizo un buen repaso por su magnífica obra, fruto de la fusión entre su primigenio punk, powerpop, pop y disco. Lástima que unos nefastos técnicos de sonido hicieran que se perdiera entre las primeras filas la voz de Debbie Harry (¡a punto de cumplir los 69 años y en plena forma!). Hasta la organización ha tenido que sacar un comunicado lamentando el resultado, culpa exclusivamente del equipo de la banda. Pero, vaya, se disfrutó mucho. En un extremo musicalmente opuesto, Violent Femmes cautivaron con un concierto electro-acústico áspero pero directo y magnético. Y luego vinieron las sorpresas de los más jóvenes. Y para jóvenes, los irlandeses The Strypes, que cuentan con entre 16 y 18 añitos. Su salto al escenario provocó algunas risitas que fueron rápidamente sofocadas por la energía de esta banda que aborda sin complejos rock y rythm'n'blues cincuenteros y sesenteros filtrados por modos de punk setentero. Con una actitud y una imagen preparadas al milímetro, los chavales incendiaron el Azkena. Otra grata sorpresa fue el dúo femenino estadounidense Deap Vally, que llamaron la atención con su blues-rock crudo y potente en la línea de The White Stripes o The Black Keys. Pero ellas tienen personalidad propia. Y mucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario