lunes, 2 de mayo de 2011
POLÍTICA / EE.UU. mata a Bin Laden
A falta de confirmación total (quiero ver el cuerpo, que al parecer ha sido lanzado al mar), el terrorista Osama Bin Laden, responsable del 11-S-2001 (3.017 muertos) de Nueva York e inspirador de la ola de terrorismo integrista islámico que también causó el 11-M-2004 (191 muertos) de Madrid, ha sido asesinado por los militares estadounidenses en Abottabad, una importante ciudad al norte Pakistán. No estaba en una cueva, como se decía, sino en un complejo residencial de lujo dentro de una gran urbe. Su muerte, como la de cualquier asesino en masa o dictador despreciable, es un alivio para la Humanidad. Pero Estados Unidos debe reflexionar sobre la política internacional que debe llevar a cabo: la de perseguir relaciones pacíficas y respetuosas con los distintos países y, si acaso, persuadir de que haya democracia sin imposiciones militares unilaterales y bajo el mandato de la ONU, como parece llevar a cabo el presidente Barack Obama. A diferencia de su nefasto predecesor y su camarilla (George W. Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld) que deberían ser juzgados por un tribunal internacional por sus atrocidades en Irak. En este sentido, recomiendo que veáis el aleccionador documental "La guerra sin fin" (2007), de Charles Ferguson (el director de "Inside Job" -2010-).
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