"Los clásicos siempre serán modernos", cantaban La Habitación Roja, y no les faltaba razón. Es lo que queda claro viendo "Viejo amigo Cicerón", la muy oportuna y excelente obra de teatro de Ernesto Caballero que, bajo dirección de Mario Gas, se presenta en el Teatro La Latina, de Madrid, entre el 4 de febrero y el 14 de marzo, con un imponente José María Pou como protagonista excelso. El libreto pone en evidencia que el pensamiento del gran orador romano (que, como todo, siempre se puede interpretar según la conveniencia de cada época, según se remarca) está más actual que nunca. Y lo hace hábilmente, "trayendo" al maestro a la actualidad junto a otros dos personajes jóvenes que ahora mismo están estudiando su vida y obra.
Así se logra que las ideas y hechos de Cicerón en la Antigua Roma sean comparados con sumo acierto con acontecimientos actuales. Defender la democracia frente a los tiranos, entender el populismo que hace que la gente se entregue a dictadores en tiempos de crisis, justificar o no la revolución, acogerse o no a las leyes en todo momento y... por supuesto, la eterna duda de qué es lo más adecuado en cada caso, son algunos de los trascedentes temas que se exponen. Trascendentes, sí, pero planteados de una manera cautivadoramente entretenida gracias a los brillantes diálogos y a los movimientos y efectos en el escenario, y, especialmente, a la sublime actuación de José María Pou. Por todo ello, la representación de 70 minutos se pasa en un suspro. Y, al salir, uno necesita más, requiere de conversación posterior.
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