La Liga 2016/17 concluyó con el Atlético de Madrid nuevamente en tercera posición. No es un mal lugar, sobre todo teniendo en cuenta la irregular primera vuelta, que nos hizo ir a la zaga del Sevilla. Pero los estupendos números de la segunda parte del campeonato han vuelto a avalar el comportamiento del equipo y la gestión de Simeone. Sí, se cayó en la Copa del Rey, pero en semifinales y ante el F.C. Barcelona (posterior ganador). Sí, se cayó en la Champions, pero en semifinales y ante el Real Madrid (posterior ganador). Y en ningún caso mostrando inferioridad, sino planteando una durísima competencia para los respectivos rivales, los, por otro lado, equipos con mayor presupuesto de España (con mucha, muchísima diferencia) y, por tanto, más evidente acceso a lo mejor de entre lo mejor. Pero también es cierto que va pesando ya tanto tiempo sin rascar un título, desde la Supercopa de España de 2014 (ante el Real Madrid y a doble vuelta). No es suficiente que Oblak vuelva a revalidar su título de menos goleado de la Liga, en esta ocasión con 27 tantos encajados, frente a las 70 dianas logradas por nuestros jugadores, hasta totalizar los 78 puntos que nos vuelven a abrir las puertas de la Champions.
Ya no es suficiente. Hay que buscar un salto de calidad que nos permita ganar títulos. No hay excusas para la directiva, que ha visto engrosar las cuentas por las excelentes campañas del Cholo (y algunas previas). Desde luego, con Simeone estamos viviendo un momento dulce en la historia del club, probablemente el mejor en función de las cifras y por el nivel de competitividad siempre demostrado por el equipo, incluso en las derrotas (el Madrid no ha tenido otro rival tan fuerte como el Atleti en las finales de Champions, desde luego no fue digna la Juve). Hay que rascarse el bolsillo, y con criterio, para, partiendo de lo mejor que ahora tenemos, consolidar y dar un paso más allá. La penalización de la UEFA de no fichar hasta el mercado de invierno no nos lo va a poner fácil, pero hay que retomar el camino de los triunfos y para eso hay que invertir. Con Simeone ya atesoramos una Europa League (2011/12), una Supercopa de Europa (2012), una Copa del Rey (2012/13), una Liga (2013/14) y una Supercopa de España (2014). Pero queremos más, queremos eso. ¡Demos la mejor bienvenida al estadio Nuevo Metropolitano!
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