Es sólo el primer fin de semana pero ya se pueden constatar algunas impresiones sobre el VIII Concurso de tapas de Quintanar de la Orden. Por un lado, el cada vez mayor nivel general de los platos, tanto de los restaurantes (se da por descontado) como de los bares participantes. En este sentido, es agradable comprobar cómo algunos bares se lo están currando. Además, creo muy acertado que se haya reducido el nivel mínimo para votar a 5 de los 29 establecimientos (antes 20 del total), lo que redundará en una mayor participación, si bien se fomenta con buen criterio el alcanzar las 10, 13 o 15 tapas gracias a los premios que se sortean, un incentivo que permitirá que la gente no se centre en los locales de siempre. En cambio, es relativamente criticable que se haya aumentado el precio de la tapa, de 1,5 a 2 euros, aunque entiendo que este mayor precio dará lugar a productos de mayor calidad, como así parece que ha sido.
Son los primeros días, pero ya he podido probar 13 de los 29 platos (y votar). Y, lógicamente, ya tengo mis favoritos. El restaurante Castellano ha acertado de pleno con la Milhoja de solomillo al Jack Daniel's (en la foto), una exquisitez a base de solomillo de cerdo, paté, rulo de cabra y cebolla caramelizada. También ha dado en el clavo, para (agradable) sorpresa el Seven y su Inspiración Chawcho Ye-yé, una tosta de medallón, hummus, setas, patata especiada, sobrasada, miel, cebolla caramelizada, crema cheddar y brocheta de jamón y dátil: todo encaja muy, muy bien. Sólo un paso por detrás, estupendas la Carrillera de ternera estofada al vino tinto sobre cama de migas de pastor de El Almirez, el Carpacho de pulpo con espuma de patata trufada del San Francisco, el Rossini de ternera con salsa Perigoux del Santa Marta, el Saboreando la vida del Mónica y la tapa-postre del Café Toledo, un toque dulce final maestro para concluir una intensa jornada gastronómica.
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