A pesar de generar algunas dudas deportivas,
el Atlético de Madrid ha logrado terminar la primera vuelta de la Liga como campeón de invierno (44 puntos, 27 goles a favor y 8 en contra), algo que no sucedía desde la consecución del doblete, en 1996. Cierto que el Barça, segundo a dos puntos, tiene un partido menos, pero lo relevante es que el club está ahí arriba peleando con los gigantes históricos y sacándoles ventaja.
Especialmente fiable es su portería (Oblak, aunque también Moyá)
y su defensa (imperial Godín y bastante bien Giménez, Savic, Filipe Luis y Juanfran), no en vano
el Atleti es el equipo menos goleado de las ligas europeas, con sólo ocho tantos encajados. La llegada reciente de Augusto o Kranevitter ha reforzado el mediocentro de contención, supliendo la lesión de Thiago, mientras que el canterano Thomas se ha mostrado como una interesante revelación de carácter más ofensivo, al igual que Saúl y Ferreira Carrasco, todos buenos complementos de Koke y Gabi. En cambio, arriba es cierto que no acaba de explotar toda la dinamita deseada: Jackson Martínez no termina de cuajar y Torres confirma su decadencia, aunque
un pletórico y genial Griezmann está resolviendo muchos partidos él solito. Y también son cada vez más apreciables las aportaciones de Vietto y Corrrea, que se asocian de maravilla y desprenden mucha calidad. Falta terminar de consolidar todo, evitando algunos partidos empantanados que hemos sufrido, y el Atlético no tendrá límites este año. De momento, estamos vivos en las tres principales competiciones:
encabezamos la Liga, hay buenas perspectivas en la Champions y debemos resolver para seguir adelante en la Copa del Rey. La temporada 2015/16 puede ser muy grande para los rojiblancos.
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