domingo, 29 de abril de 2012

CINE / 15º Festival de Cine Español de Málaga (y 2)

Dejamos ya Málaga, con la agradable sensación de siempre de ser una ciudad acogedora con un festival de cine sólidamente apoyado desde la calle por la gente, que se agolpa constantemente en busca de los famosos nacionales. Lo más rayante de este año es que la sección oficial se cierre con una cinta francesa, sí, con participación española en la producción, pero claramente francesa, tanto en el reparto y la dirección como en la temática. En fin, esperemos que en próximas ediciones siga habiendo buena y variada oferta de producto español, que es lo que pretende ofrecer y potenciar este certamen. Y que la crisis y los recortes no le pasen factura.


"La suerte en tus manos", de Daniel Burman (Sección Oficial)
Lo más interesante de este filme es la historia de reconstrucción emocional que inician los protagonistas, el hombre divorciado y con dos hijos que se reencuentra con un antiguo amor, que en su momento le dejó plantado y ahora acaba de romper con su novio. En este sentido, las interpretaciones de Jorge Drexler y Valeria Bertuccelli resultan lo mejor de una película que, por lo demás, se disuelve en una serie de subtramas de menor interés o, directamente, de forzada relación con la idea principal. Así, el leit motiv del póker -afición común de los personajes principales- usado por el director como metáfora para no dejarse llevar por el azar, sino aprender a jugar tus bazas en la vida, no está bien articulado del todo.

"O apóstolo", de Fernando Cortizo (Sección Oficial)
Siempre es de agradecer la apuesta del cine español por la animación. En este caso, la cinta no tiene nada que desmerecer a cualquier producción internacional por cuanto a calidad técnica se refiere. Sin embargo, el argumento, con un planteamiento inicial atractivo, una historia de espíritus en la Galicia profunda, adolece de un desarrollo sencillo en demasía y que podría haber dado bastante más de sí.

"Adiós a la reina", de Benoit Jacquot (Sección Oficial)
Los últimos días de la Corte de Luis XVI y María Antonieta son retratados con sobriedad estilística por Benoit Jacquot, que prefiere centrarse en la desazón con que tanto reyes como criados viven los que saben son sus momentos previos a su desaparición, tanto física como política. En concreto, nos acerca con detalle a la vida de la reina y sus damas de compañía, más interesadas en sus vestidos y costuras que en los problemas de un país en revolución. Precisamente, ese punto de vista, entre trivial y anecdótico, es quizá el mayor error de la cinta, que, en cualquier caso, mantiene el interés gracias a los espléndidos y sugerentes trabajos de Diane Kruger y Lea Seydoux.

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