
Mezclando realidad y fantasía, Dieterle dirige de forma excepcional un filme que se inicia cuando un pintor que atraviesa una mala racha (espléndido Joseph Cotten), sin inspiración, halla la motivación en una niña que se encuentra por el parque. En sus próximos encuentros, el protagonista se irá dando cuenta de que esa niña, que le habla de cosas del pasado como si fueran su presente, cada vez se va haciendo mayor a pasos extrañamente agigantados. Y es entonces cuando surge en el pintor la inspiración necesaria para triunfar como artista, al hacer un retrato de ella, así como la pasión amorosa entre ambos, que se adentrarán en una historia cada vez de más desbordante fantasía, de un amor profundo que no conocerá barreras temporales ni límites humanos. A lo imaginativo de la trama, Dieterle suma una poderosa y arriesgada concepción artítisca de la película, que contiene planos que son verdaderos cuadros pictóricos, hasta llegar al tempestuoso final, en el que, sobre el blanco y negro en el que está rodada, utiliza algunos filtros y, finalmente, el color para resaltar el dramatismo de las escenas. Asimismo, constribuye decisivamente a la ambientación la música conducida por Dimitri Tiomkin y basada en obras del gran Claude Debussy. Todo ello da al filme un intenso aire onírico que queda, como el personaje de Jennie, retenido para siempre en la memoria."Portrait Of Jennie" (V.O.) [inicio]
1 comentario:
Coincido plenamente con usted.
Ví este filme en los años 50 y quedé simplemente maravillado.
Para mi es la película de Jennifer Jones por antonomasia. Recuerdo que al final su acabado era en color sepia!
Sin embargo no me gustaría verla de nuevo. He tenido muchas decepciones en este terreno.
Gracias
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