miércoles, 23 de enero de 2013
TELEVISIÓN / El final de "Fringe"
Tras cinco temporadas acaba de concluir "Fringe" (2008-13), la serie de J.J. Abrams sobre sucesos paranormales, realidades paralelas y demás, vamos, una actualización de la clásica serie "Expediente X". Es hora de hacer balance. Las tres primeras temporadas pueden considerarse, sin lugar a dudas, como uno los mejores momentos de la ciencia ficción en la televisión de toda la historia, a la altura precisamente de "Expediente X", por ejemplo. En esos primeros años, la combinación de casos extraños (fringe) con una trama subyacente cada vez más sorprendente e interesante era de lo más logrado a nivel argumental, lo que, junto con el tremendo gancho de casi todos los personajes principales (especialmente Walter Bishop, como científico indescriptible de oscuro pasado, y Olivia Dunham, como agente fría y vulnerable al mismo tiempo; bueno, a ratos, Peter Bishop, vale), consolidaron una obra sólida, referencial y, desde luego, imprescindible para los amantes del género. Inolvidables muchos de sus capítulos y, cómo no, los giros de guión con que siempre nos dejaban atónitos cada fin de temporada.
Sin embargo, la cuarta sesión ya delató síntomas de dispersión y agotamiento, probablemente a causa de los problemas de audiencia que se cernían sobre la serie. Imposiciones externas, cambio de día de emisión y amenazas de cancelación creo yo que fueron la causa de que los guiones no fueran ya tan finos y se notaran preocupantes bandazos argumentales. Una vez asegurada la quinta y última entrega que pondría fin a la saga, las cosas se estabilizaron y los guionistas optaron por centrarse definitivamente en la trama de los observadores (de las muchas posibles). Así las cosas, la temporada de cierre ha sido medianamente coherente y ha logrado algunos momentos brillantes. Y el doble capítulo final ha sido una auténtica despedida-homenaje a los fans de la serie: se han recuperado algunos casos fringe de las primeras temporadas, se ha rescatado la vitalidad del personaje de Olivia y su relación con el cortexiphan, se ha mostrado por activa y por pasiva lo mucho que se quieren Walter y Peter (como padre e hijo, ojo) y todo ha concluido digamos que bien (sacrificios de por medio).
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