jueves, 26 de septiembre de 2013

CINE / 61º Festival de San Sebastián (y 3)

"Quai d'Orsay", de Bertrand Tavernier (Sección Oficial)
Ácida e hilarante sátira política acerca de un supuesto ministro de exteriores francés (inspirado en Villepin) de caótico comportamiento que lleva por el camino de la amargura a todo su plantel de diplomáticos y funcionarios. Basándose en el conocido y premiado cómic de Abel Lanzac (seudónimo de Antonin Baudry) y Christophe Blain, el veterano director Bertrand Tavernier rejuvenece laureles y muestra una película ágil propia de un joven maestro. Los endiablados diálogos llevan en andas el filme y, junto con la espectacular actuación de Thierry Lhermitte, crean situaciones absolutamente memorables.

"Vivir es fácil con los ojos cerrados", de David Trueba (Sección Oficial)
Sensible y buenrollista filme basado en una historia real, la de un profesor de inglés en la España de 1966 (ojo al dato) que imparte sus clases con las letras de las canciones de The Beatles que pilla de oído a través de Radio Luxemburgo. En ese país cerrado y atrasado discurre el viaje del protagonista (excelente, sublime Javier Cámara), junto con dos jóvenes, que representa la búsqueda de la libertad personal y para una nación todavía castigada por la infame dictadura de Franco y la pobreza física e intelectual que provocaba.

"Fruitvale Station", de Ryan Coogler (Sección Perlas)
El suceso auténtico de Oscar Grant III, el muchacho negro que sufrió el abuso extremo de la policía californiana en la Nochevieja de 2009, es contado con minuciosidad (y seguramente poca equidistancia). El resultado es moralmente bastante aleccionador y fílmicamente poco más que entretenido.

"Club Sándwich", de Fernando Eimbcke (Sección Oficial)
Historia mínima, extremadamente sencilla, de un adolescente que descubre la sexualidad a la vista de su madre soltera, mientras ambos pasan unas vacaciones. Multitud de primeros planos y de secuencias pausadas nos introducen bien en la situación, pero el argumento se queda algo corto.

martes, 24 de septiembre de 2013

CINE / 61º Festival de San Sebastián (2)

"Gravity", de Alfonso Cuarón (Sección Perlas)
Una película que te agarra ya desde el principio y te lleva por una montaña rusa de emociones en el espacio exterior, un sitio hostil e inhóspito para el ser humano, para la vida, a pesar de toda nuetra tecnología. Seguimos con creciente tensión, incluso pavor, el afán de unos astronautas, especialmente del interpretado magistralmente por Sandra Bullock, para simplemente no morir. Los efectos especiales y las técnicas de rodaje son, hasta la fecha, las mejores utilizadas en un filme de ciencia-ficción (donde en este caso sí está justificado el uso del 3-D), aunque, en el fondo, no es una historia de ficción científica, sino un drama muy real y posible de lucha por la supervivencia.

"Caníbal", de Manuel Martín Cuenca (Sección Oficial)
Retrato frío, pausado y minucioso de un tipo aparentemente normal, callado, dedicado a su trabajo de sastre y que en su fondo esconde un monstruo capaz de matar (o mejor, provocar la muerte) a sus víctimas, para luego comérselas con toda tranquilidad. Esta por ratos durísima historia es contada por Martín Cuenca prescindiendo de todo el efectismo característico de las producciones norteamericanas, por ejemplo, e incluso dota al protagonista (interpretado contenida y soberbiamente por Antonio de la Torre) de una humanidad que le acerca a enamorarse de una chica, situación que, precisamente, supone los momentos más tensos de la película.

"Oktober November", de Götz Spielmann (Sección Oficial)
Drama de secretos de familia entre dos hermanas con muerte paterna de fondo, que genera cierto interés, pero la narrativa demasiado plana empleada por el austríaco Spielmann impide que alcance una mayor profundidad. A destacar las (siempre contenidas) actuaciones de sus intérpretes y una historia de cierto calado pero que nunca emociona demasiado.

"The Zero Theorem", de Terry Gilliam (Sección Perlas)
La nueva obra de Gilliam sigue su línea habitual de fantasía desbordante e ida de olla importante. En un futuro incierto, dibujado con maestría en un estilo estético algo similar a "Blade Runner", un extraño y ermitaño genio de la informática recibe el encargo de controlar un programa para descubrir el sentido de la vida. Nada menos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

CINE / 61º Festival de San Sebastián (1)

"Las brujas de Zugarramurdi", de Álex de la Iglesia (Sección Oficial - Fuera de concurso)
El director vasco recupera su mejor estilo personal y cómico en esta divertida historia de los atracadores por necesidad que, desde su golpe en pleno centro de Madrid (espectaculares escenas de acción), acaban perdidos en los montes del País Vasco y Navarra en medio de un akelarre de brujas. La primera hora y media es un ejemplo de sabia dirección y diálogos brillantes, donde destaca un reparto coral sencillamente espléndido, y sólo una recta final algo más excesiva, en la línea, por otro lado, del Álex de la Iglesia más friki, resta redondez al filme. Pero aun con sus ciertos defectos, nos encontramos con una de las películas más destacables del cineasta.

"La vie d'Adèle", de Abdellatif Kechiche (Gran Premio Fipresci)
Profunda y humana historia de una joven adolescente que, en su iniciación en el sexo, descubre sus verdaderas inclinaciones. Con una cámara siempre encima de la protagonista, interpretada soberbiamente por la joven Adèle Exarchopoulos, nos adentramos, primero, en sus dudas, luego, en su desconcierto, y, finalmente, en sus aciertos y errores a la hora de construir una relación, todo ello contado con minuciosidad, incluyendo escenas sexuales bien explícitas. De hecho, con excesiva reiteración, lo que se traduce en un metraje de tres horas que podría haber sido reducido para transmitir el mismo mensaje.

"Gloria", de Sebastián Lelio (Sección Perlas)
Convincente película sobre una mujer ya entrada en la cincuentena, sola tras su divorcio, que no renuncia a recuperar las pasión y el amor perdidos. En su camino se sucederán las dificultades propias de su género y situación, hasta que inicia una relación aparentemente satisfactoria, hasta que empiezan a surgir las dudas. El acierto del filme se basa no sólo en la sinceridad de la propuesta y las escenas explícitas, sino, sobre todo, en la espectacular actuación de su protagonista, Paulina García, que carga sobre sus hombros casi toda la responsabilidad de que "Gloria" transmita con acierto su mensaje.

"Like Father, Like Son", de Hirokazu Kore-eda (Sección Perlas)
El director japonés vuelve a abordar su temática predilecta, la relacionada con la familia y sus lazos. En este caso, a través del momento en el que un matrimonio se entera de que su hijo de seis años fue intercambiado en la maternidad al nacer. A partir de aquí, se plantea el debate de si es más importante la relación de sangre que la adquirida. Una disyuntiva que llevará a tomar determinadas decisiones a los padres, algunas más acertadas que otras. Desarrollada con más seriedad de la esperada, se echa en falta una dirección un poco más ágil y un guión menos encorsetado, aunque el resultado acabe interesando.

"The Wind Rises", de Hayao Miyazaki (Sección Perlas)
El maestro japonés de la animación tradicional, Hayao Miyazaki, se despide (aparentemente) con una película que se sale de su habitual línea de fantasía desbordante. A cambio, el director ofrece una entretenida, y a ratos emotiva, historia realista de cómo la ingeniería aeronáutica nipona evolucionó en la época de entreguerras para conseguir aviones de alto nivel tecnológico. Aviones que, por otra parte, fueron utilizados por el emperador para la guerra. Pero Miyazaji sólo dibuja las consecuencias políticas y prefiere centrarse más en el drama personal del ingeniero protagonista con su mujer enferma.

"Futbolín", de Juan José Campanella (Sección Oficial - Fuera de concurso)
El argentino Campanella se adentra en el terreno de la animación (y además en 3D) con un resultado correcto en una historia de perfil infantil que no va más allá del mero entretenimiento y la moraleja del compañerismo y afán de superación derivado del fútbol, con una no tan soterrada crítica al show business que acompaña al deporte profesional. Por lo demás, el 3D sobra.

"Enemy", de Dennis Villeneuve (Seccion Oficial)
El inicialmente intrigante planteamiento del tipo que se encuentra con su doble idéntico da lugar a una serie de reflexiones que podrían haber derivado en un filme tan turbio como interesante. Sin embargo, el director se pierde entre una serie de metáforas incomprensibles y la película se le acaba yendo de las manos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

MÚSICA / Un DCode Festival 2013 variado y de calidad

Una nueva edición del DCode Festival, que año a año se va consolidando como una atractiva propuesta musical de alta calidad y estilos variados, y, esta vez, concentrada en un único día, el sábado 14 de septiembre, eso sí, en el mismo marco de la Universidad Complutense, detrás de mi antigua y querida facultad de Ciencias de la Información.

La primera sorpresa agradable llegó inmediatamente de entrar, a las 18:35 y en el escenario Campus Live, donde nos topamos con los británicos The Hot Soles. Los de Sheffield, en realidad, practican un blues-rock crudo y descarnado, de evidentes influencias estadounidenses, en la línea de The White Stripes o The Black Keys. De hecho, la banda está formada por sólo dos miembros, guitarra-cantante y batería. Una descarga brutal por momentos que nos puso las pilas para lo que nos quedaba por ver.

Combinados en los dos escenarios principales, DCode y Heineken, situados uno al lado del otro, se empezaron a suceder las actuaciones sucesivas de bandas, nunca simultáneas, con lo que de esta manera era imposible perderte nada. Los baleares L.A. (el proyecto de Lluis Albert Segura) refrendaron en directo el estupendo álbum "Dualize", que acaba de publicar. Su rock de melodías pop cantado en perfecto inglés gana enteros por su puesta en escena profesional, excelente ejecución y esa poderosa voz de Lluis Albert, que brilla por encima de todo. Por su parte, los barceloneses Love Of Lesbian realizaron un buen concierto plagado de grandes éxitos de pop bailable ya conocidos por la audiencia, por lo que su actuación fue una fiesta. Con los ingleses Foals llegaron los momentos más oscuros de la noche (valga la redundancia), en un muestrario de temas por momentos bastante deudores de The Cure (tanto en su parte más negra como en la más resplandeciente).

Después llegaron uno de los platos fuertes de esta edición, Vampire Weekend. Los neoyorkinos desarrollan un indie-rock de influencias africanoides que, en buena medida recuerda a Paul Simon. Aunque no son una banda de mi devoción, ciertamente es valorable su puesta en escena tan sencilla como efectiva y, bueno, ya han acumulado unos cuantos hits resultones que hicieron disfrutar al personal. El grupo cabecero de la representación española fue Amaral, una banda que ha vivido la mayor parte de su carrera en las mieles del éxito con un pop muy dignamente comercial. Siempre me han gustado en todos los sentidos: sus canciones, su actitud, su humildad... De hecho, Eva Amaral había salido antes a compartir escenario en una canción con Love Of Lesbian y luego en directo dio cuenta de su pasión por la música como fan. Las nuevas canciones funcionan bien en directo y endurecen (y enriquecen) su sonido. Entonces llegaron los escoceses Franz Ferdinand, que han recuperado lo mejor de su estilo con su último trabajo, "Right Thoughts, Right Words, Right Action". Y volvieron con la misma fuerza de siempre, regalando un concierto absolutamente festivo y bailable a tope. Una gozada. Y, para terminar, los angelinos Capital Cities pusieron la guinda al festival con su indie-funky-dance de influencias setenteras y envoltorio moderno. El punto final ideal.

martes, 3 de septiembre de 2013

ARTE / El surrealismo de Dalí, en el Reina Sofía

Ha concluido una de las exposiciones más completas (200 obras) de Salvador Dalí, el pintor del surrealismo por excelencia, que se ha desarrollado en el Museo Reina Sofía, de Madrid, entre el 27 de abril y el 2 de septiembre de 2013. Con el nombre de "Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas", la muestra ha recibido la visita de 732.339 personas, lo que ha demostrado el gancho que el artista gerundense sigue teniendo entre el público 24 años después de su muerte. Desde luego, sus visiones surrealistas (sobre todo las creadas en los años 30 y 40) quedaron plasmadas en un buen puñado de obras maestras, prácticamente todas las cuales se encontraban en esta exposición.

Muchas se podrían destacar pero mis preferidas son "La persistencia de la memoria" (1931), "Un segundo antes del despertar de un sueño provocado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada" (1944), "La tentación de San Antonio" (1946), "Muchacha en la ventana" (1925), "El gran masturbador" (1929), "El rostro de la guerra" (1940), "Construcción blanda con judías hervidas -Premonición de la guerra civil- (1936), "España" (1936-1938) o "Cabeza rafaelesca estallando" (1951), entre otras... Además, la muestra se completaba con dibujos, cartas (destaca la misiva donde se plasma la ruptura con Buñuel por "traicionar" al movimiento surrealista al afiliarse al Partido Comunista -luego, el propio Dalí sería expulsado del surrealismo, acción en sí misma surrealista, por no condenar el nazismo y el fascismo-), así como obras multimedia, como las proyecciones continuadas de las películas "Un perro andaluz" (1929) y "La edad de oro" (1930) -ambas hechas junto con Luis Buñuel-, además de las colaboraciones con Hitchcock y Disney, apariciones en televisión y anuncios comerciales. Todo un gustazo.

Los cuadros de la exposición: http://www.elmundo.es/especiales/2013/cultura/dali/obras.html