martes, 23 de octubre de 2012

CINE / 57ª Seminci de Valladolid

Una edición de la Seminci de bajo perfil la de este año 2012 (¿será la crisis?), donde hay pocos nombres a priori de cierta entidad: el español José Luis Cuerda, el serbio Goran Paskaljević (ganador ya de tres Espigas de Oro) o la india Deepa Mehta. Aunque también hay nuevos talentos interesantes (Josh Radnor) y tres aspirantes a los próximos Oscar de película extranjera: la alemana "Barbara", de Christian Petzold, la australiana "Lore", de Cate Shortland, y la serbia "When day breaks", del propio Paskaljević. Como todo no se podía ver, éste ha sido el resultado de una, al fin y al cabo, siempre agradable visita a la Seminci de Valladolid.

"Woody Allen: A Documentary" (2012), de Robert B. Weide (Sección Tiempo de Historia)
Tengo una especial y personal predilección por Woody Allen como cineasta: sin duda, el mejor director de comedias de la actualidad y uno de los maestros de la historia del cine. El tiempo lo confirmará... Además, dado su carácter estajanovista, podemos disfrutar de una película suya cada año. Vale, no todas son magníficas pero, como bien dice el propio Allen en esta cinta, él apuesta por la cantidad y, de ahí, ya saldrá de vez en cuando alguna obra maestra. Y esto es lo que llama más la atención del documental, adentrarnos en la forma de trabajar del genio neoyorkino, con una cabeza en constante disposición creativa y un sistema de apuntes y escritura deliciosamente caótico. Pero, si la cosa funciona... Por lo demás, asistimos a un repaso bastante exhaustivo de su filmografía: sus obras magnas y sus meteduras de pata, que de todo hay, aunque, como subraya uno de los críticos que aparece en el documental: incluso las películas más desacertadas siempre tienen algo. Entre medias se deslizan detalles personales, desde el barrio donde se crió a su sonada separación de Mia Farrow a raíz de la relación con su propia hija adoptiva (que hoy sigue siendo su pareja). Datos necesarios para humanizar al protagonista pero secundarios cuando lo que interesa es el arte de este mito viviente del cine mundial.

"Barbara" (2012), de Christian Petzold (Sección Oficial)
Los años duros de la vida en la antigua RDA son retratados en este notable filme que, lejos de lanzar lecciones de historia, se centra en el retrato personal de una doctora que, por querer salir de ese país en decadencia, sufre el "destierro" desde Berlín a un ignoto pueblo de provincias. Y es aquí donde la oxidada base del régimen comunista se percibe con mayor claridad, y la angustia de la protagonista crece mientras sufre el control de las autoridades y la desconfianza de cuantos le rodean. Pero, como las cosas no son en blanco y negro, también descubre un compañero de profesión que desea hacer las cosas bien y mejorar la situación desde dentro. Así, Barbara se verá en la tesitura de elegir entre irse o quedarse.

"Todo es silencio" (2012), de José Luis Cuerda (Sección Oficial)
Quizá es una historia que había que contar, la del narcotráfico en las costas gallegas que, durante años y décadas, creó mafias de poder enorme. Y a esa tarea se ha aplicado el veterano José Luis Cuerda, que da en el clavo más cuando retrata la niñez de los personajes que crecen en el peculiar caldo de cultivo del contrabando, o con el ambiente de degeneración de las mafias ya consagradas y, sobre todo, en la definición (espectacular Juan Diego) del capo de la banda, una mezcla entre señorito andaluz y padrino italiano con las correspondientes características gallegas. En cambio, se sostiene bastante peor el triángulo de los dos chicos y la chica ya de mayores, especialmente por las obvias limitaciones de Miguel Ángel Silvestre y por el inverosímil policía que recrea Quim Gutiérrez.

"Hannah Arendt" (2012), de Margarethe von Trotta (Sección Oficial)
Película que aborda el hecho histórico del proceso contra el nazi Adolf Eichmann como responsable de los exterminios masivos en los campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. En concreto, se centra en la polémica causada cuando la filósofa judía de origen alemán Hannah Arendt elaboró un informe en el que acuñó el término "banalidad del mal" para referirse al comportamiento del acusado y, además, consideró corresponsables de su propio genocido a algunos dirigentes judíos. Sobre la elaboración de este análisis y sus repercusiones para la pensadora trata el filme, que se configura más como una excusa para el debate y la reflexión sobre aquellos horribles hechos.

"Todo por amor" (2012), de Jyri Kähönen (Sección Punto de Encuentro)
Pues eso, ¿qué se puede llegar a hacer por amor? De eso trata este irregular filme finlandés, que navega entre ciertos momentos interesantes y otros más telefilmeros. Una relación familiar difícil entre la desequilibrada novia y su padre, y al chico no se le ocurre otra cosa que confrontarles... Y luego vienen los lamentos, que se dice. La acostumbrada frialdad del cine córdico para una historia familiar retorcida. ¿Qué les pasa a estos tipos, que no pueden reírse o qué?

viernes, 12 de octubre de 2012

POLÍTICA / Cataluña, España y lo irracional

Malo cuando los sentimientos se apoderan de la política, del establecimiento de las normas y leyes, del gobierno de los ciudadanos. Es entonces cuando llega el turno de arroparse en banderas y proclamarse el mejor porque sí y hacer frente a quien se atreva a decir lo contrario. Es entonces cuando se deja de pensar en lo que realmente está ocurriendo. Cuando Artur Mas, presidente de la Generalitat, un tipo conservador en lo político y liberal a ultranza en lo económico, se apunta al independentismo y se le llena la boca del derecho a decidir de los catalanes está jugando a eso, a introducir los sentimientos en la agenda y a desviar la atención sobre lo que realmente ocurre. Y lo que realmente ocurre es que Mas se ha convertido en el principal adalid de los recortes de gasto que promueve el (oh, sorpresa) también conservador y ultraliberal Mariano Rajoy desde el Gobierno de España, bajo presión amenazante de (oh, más sorpresa) los también conservadores y ultraliberales dictados de Angela Merkel desde Alemania. Mas ha recortado gastos en Cataluña por valor superior a los 2.500 millones de euros, es decir una cuarta parte de lo hecho en toda España, por delante de los 1.400 millones de la socialista Andalucía y los 1.100 millones de Castilla-La Mancha (gobernada por Dolores de Cospedal con la locura e insensibilidad de Margaret Thatcher).

Mas, por tanto, ha sido el alumno aplicadísimo de una política económica de los recortes que, como se ya se sabía y se está viendo, hunde a cualquier país o territorio donde se aplique. Pero, ¿para qué sufrir la desaprobación popular cuando, de repente, te puedes rodear con la bandera y decir que eres un independentista de toda la vida y que la culpa de que todo vaya mal la tiene España (no Rajoy, sino España), que roba dinero a los catalanes? Y, claro, con un argumento falso pero atractivo y facilón, a todo el mundo se le olvida quién hace los recortes y descubren que tienen un chivo expiatorio. Falso por una sencilla razón: Cataluña no paga impuestos a España, son los ciudadanos catalanes los que lo hacen (se da la circunstancia de que tienen una renta media más alta), cuyos impuestos acaban destinados a gastos sociales, entre otros, para ciudadanos de rentas menores, normalmente en comunidades de renta media inferior, pero también para aquellos catalanes con menores recursos. De hecho, un estudio sitúa a Cataluña en una posición similar a la del estado de Nueva York con respecto a Estados Unidos: recibe menos de lo que da. Es lógico. Otra cosa es, como digo, que los recortes de Mas en Cataluña están provocando un deterioro de las condiciones de vida de sus ciudadanos. Pero querer echar la culpa a España es algo absolutamente irracional.

Y a Rajoy, ¿cómo le viene esto? Pues fenomenal. Como a Mas y a CiU, a Rajoy y al PP les va de perillas lo de las banderas: acusan al Gobierno catalán de deslealtad, llaman a españolizar la educación catalana... Y, mientras tanto, que no se piense en los recortes, es decir, en la destrucción diaria de los fundamentos de este (todavía) Estado del Bienestar que con esfuerzo hemos construido entre todos y en toda España.