miércoles, 30 de septiembre de 2009

SOCIEDAD / La pensión de Goirigolzarri

Todos sabemos que estamos en plena crisis, las empresas que no despiden, congelan o reducen los sueldos de sus trabajadores. Pero parece que la banca no se entera. Sistema financiero, por cierto, principal origen de la actual desestabilización económica. Quiebra que pagan los de siempre, que acaban en el paro o que siguen haciendo el esfuerzo fiscal de rellenar las mermadas arcadas públicas. Arcas que en buena parte se encargan de tapar los agujeros de aquellas entidades financieras que, por falta de previsión y exceso de riesgo, han fracasado como aprendices de magos de las finanzas neoliberales del todo vale. Bancos que, mientras raspan en lo posible los salarios de sus trabajadores, destinan a sus directivos emolumentos crecientes, crecientes, crecientes, a través de extras, complementos, bonus... Y la brecha salarial empleados/directivos sigue aumentando. Pero el Gobierno exige un esfuerzo fiscal a los de siempre. Y no tanto a los otros.

Los otros son gente como José Ignacio Goirigolzarri, que ha dejado su cargo de consejero delegado del BBVA para prejubilarse con una pensión de 3 millones de euros/año. Y cojo la calculadora y hago una sencilla operación: yo, que tengo un sueldo bastante majo, tendría que trabajar más de 60 años para ganar lo que este menda se levantará (sin currar) en un solo año. No te digo nada un mileurista: tendría que esclavizar a sus hijos y a sus nietos. Y se pueden hacer otros cálculos. Así que, en tiempos de crisis y tal como está el patio, al BBVA no se le ocurre otra cosa que destinar 52,5 millones de euros a la pensión de este tipo por sus grandes contribuciones a la sociedad... Muy bien. Tomamos nota.

Reacción práctica básica: saquemos el dinero del BBVA (donde los directivos ganan 37 veces más que la media de empleados) y llevémoslo a entidades donde la diferencia salarial sea menor, caso del Banco Sabadell (diferencia de 4,87 veces).

Reacción última: tomemos las medidas pertinentes para presionar con el fin de modificar un sistema financiero que no beneficia a la sociedad en su conjunto y con el que siempre gana una minoría.

viernes, 25 de septiembre de 2009

CINE / 57º Festival de San Sebastián (y 4)

Y llego a la recta final de mi estancia en esta bella ciudad de Donosti y de lo que he visto en esta edición del festival, que ha mantenido un nivel bueno en cuanto a calidad en las principales secciones, incluyendo la interesantísima retrospectiva de Richard Brooks, que requerirá mi atención detallada en las próximas semanas. Mi coreano favorito, Bong Joon-Ho ("Memories Of Murder" -2003-, "The Host" -2006-), ha mantenido el tipo con "Mother". En cambio, Jim Jarmusch nos ha dado vergüenza ajena con "The Limits Of Control", que ha sobrepasado los límites de mi paciencia (le acabo de poner una cruz así de grande en mi lista negra).

"Mother", de Bong Joon-Ho [Zabaltegi]
Francamente interesante esta especie de thriller materno-filial, en el que una madre coraje defiende la inocencia de su hijo, ligeramente idiota, que es acusado de asesinar a una joven. En la película están presentes los temas clásicos de Bong Joon-Ho: ese ácido y humorístico, acaso berlangiano, afán de crítica social, su fijación por sacar las vergüenzas del sistema policial coreano, un protagonista sobrepasado por las circunstancias... A lo que añade ahora un retrato certero de una madre posesiva, que da mucho juego para hablar de lo que es o no correcto según seas o no de la familia.

"10 To 11", de Pelin Esmer [Oficial]
La historia de Mithat, un viejo peleón obsesionado con el coleccionismo, que es amenazado con ser expulsado de su hogar repleto de montones de libros, periódicos, sellos, etc. acumulados compulsivamente durante años, es contada con desenvoltura desde una visión costumbrista que une cierto tono de humor y pinceladas de crítica social. El personaje se nos hace tierno, sobre todo cuando vamos conociendo su agridulce pasado, pero rápidamente vemos que los caminos que va tomando en su vida y en su relación con sus vecinos le llevan hacia un callejón sin salida.

"Five Minutes Of Heaven", de Oliver Hirschbiegel [Zabaltegi]
El ecléctico director alemán de "El hundimiento" (2004) e "Invasión" (2007) da ahora un nuevo y sorprendente salto hacia el espinoso asunto de Irlanda del Norte. Aunque su planteamiento es interesante, el de dos hombres de bandos puestos (el asesino y el hermano del que mató) que tratan de reconciliarse años después, como símbolo de la pacificación del conflicto, el aire telefilmero de la película le resta algo de credibilidad. Algunos giros del guión son de dudosa credibilidad, si bien la historia se cierra con correción y queda el buen poso de intentar analizar los sentimientos de víctimas y asesinos para buscar la manera de convivir en un nuevo contexto de paz.

"The Limits Of Control", de Jim Jarmusch [Zabaltegi]
Lo de Jim Jarmusch es directamente de juzgado de guardia, una tomadura de pelo de espectacular calibre. Pretende haber filmado algo ingenioso sin contar en realidad nada. Seguimos las andanzas de un investigador hierático por las calles de Madrid y Sevilla, encontrándose con personajes variopintos, intercambiando cajas de cerillas, contraseñas absurdas... Vale, es una parodia del cine de espías, pero, ¿qué me ofreces a cambio? Nada menos que dos horas de aburrimiento. Y todo para descubrir que lo que se pretendía era acabar con una especie de agencia secreta que persigue a los artistas. Pues por mí, que acaben con este "artista".

jueves, 24 de septiembre de 2009

CINE / 57º Festival de San Sebastián (3)

La verdad es que este año, aunque tampoco abunden precisamente las joyas en el festival, el nivel es bastante aceptable y muchas de las películas conjugan con acierto calidad y mensaje. Desde documentales de marcado acento político, como "The Shock Doctrine", hasta polémicas visiones del integrismo interreligioso, como "Hadewijch", todas tienen su interés.

"The Shock Doctrine", de Michael Winterbottom y Mat Whitecross [Zabaltegi]
El conocido libro de la intelectual antiglobalización Naomi Klein sirve de base para que los directores británicos Winterbottom y Whitecross lleven a la pantalla grande el análisis histórico que descubre el intento de imposición del neoliberalismo económico a través de medidas de fuerza político-militar. Para ello, la película parte de los experimentos "médicos" de Ewen Cameron de los años 50 en relación con la sofisticación de la tortura, sigue con la definición de la teoría económica neoliberalista por parte de Milton Friedman y, acto seguido, repasa los casos prácticos en los que se ha tratado de imponer el mercado libre y desregulado, paradójicamente, siempre por la fuerza: Chile, el Reino Unido de Margaret Thatcher, Rusia y los países europeos ex comunistas... Las ideas están presentadas de forma muy sugestiva y abren las puertas a un debate francamente interesante: el relacionado con crear situaciones de crisis y shock para imponer determinados intereses económicos.

"Blessed", de Ana Kokkinos [Oficial]
Cinta australiana que habla del desarraigo y descontento juveniles a través de una doble visión: la que tenemos aisladamente de las acciones de unos chavales y la que completa en una segunda parte el punto de vista de las familias desestructuradas. Ello nos da una mejor idea de conjunto de las causas sociales que motivan comportamientos asociales, de lo que se deduce que no se están haciendo bien las cosas en muchos aspectos. Las buenas intenciones de la película, no obstante, no acaban de concretarse en el relato fílmico enérgico que hubiera hecho falta.

"Hadewijch", de Bruno Dumont [Oficial]
Interesante reflexión acerca de lo próximas que están dos posiciones religiosas supuestamente antagónicas como la cristiana y la musulmana, cuando se alcanzan los umbrales del integrismo. La historia de la niña acomodada (hija de un ministro) que no encuentra su lugar ni el convento ni en la vida mundana, y a la que su exacerbada religiosidad le hará participar con un grupo islamista, tiene su polémica. Lo que pasa es que el cine de Dumont se vuelve a veces tan plomizo que cansa.

"Get Low", de Aaron Schneider [Oficial]
Primer filme del norteamericano Aaron Schneider, que cuenta como mayor patrimonio el tener de protagonista a Robert Duvall y de secundario de lujo a Bill Murray, dos grandes, sin duda. Ellos ayudan a levantar un relato que por momentos cojea, pero que mantiene el interés gracias a una historia atractiva: un ermitaño en el Tennessee de los años 30 organiza su propio funeral en vida para explicar por qué ha dado la espalda a la sociedad durante 40 años.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

CINE / 57º Festival de San Sebastián (2)

Parece que la sección oficial endereza el rumbo y, aunque no siempre brille a gran altura, está ofreciendo películas cuando menos interesantes. Dos se destacan por el momento: la hispano-argentina "El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella" ("El hijo de la novia" -2001-) y la china "City Of Life And Death", de Lu Chuan. Pero, con un tiempo ahora más que agradable en San Sebastián, todavía quedan más propuestas que ver. Estoy deseando...

"El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella [Oficial]
El argentino Juan José Campanella demuestra una vez más la capacidad que tiene para combinar acertadamente comedia y drama, en una historia de género negro que va acompañada de una soterrada historia de amor. La rememoración de hechos ocurridos 25 años atrás no son obstáculo para que el filme avance con soltura. Ya se sabe que muchas veces los flash-backs pueden ser una rémora para la narración. Pero no es el caso. "El secreto de sus ojos" se ve con la simpatía de ver unos personajes muy reales, de un humor muy llano, dentro de una historia que marca y que deja un sabor agridulce. Como la vida misma.

"City Of Life And Death", de Lu Chuan [Oficial]
Durísima película bélica, ambientada en la guerra chino-japonesa de finales de los años 30, previa a la 2ª Guerra Mundial. Durante el metraje asistimos a todo el abanico de crueldades del que es capaz el ser humano en una situación de guerra, ejemplificado en los ocupantes nipones. Sin embargo, el filme no es un retrato simplista de malos y buenos, sino que va más allá en su alegato antibelicista, al poner al dar el protagonismo a un chino colaboracionista y a un japonés que va descubriendo su oposición al conflicto. El blanco y negro y los excelentes efectos visuales y sonoros de la cinta inciden en la dureza de un relato que se queda grabado en la retina.

"Un Prophète", de Jacques Audiard [Zabaltegi]
Buena cinta carcelaria que, sin moralinas ni alegatos sociales, describe sencillamente la evolución dentro de la prisión de un preso común hasta convertirse en un capo mafioso con todas las de la ley. Para que vean la utilidad de los recintos carcelarios. El exceso de metraje y una narración a veces demasiado pausada pueden lastrar en algún caso la película, que de todas formas alcanza cotas de calidad más que suficientes. Sobre todo, el peso de "Un Prophète" recae en el protagonista, Tahar Rahim, que realiza una actuación soberbia dentro de un filme sin trampas morales.

"Destino: Woodstock", de Ang Lee [Zabaltegi]
Ang Lee siempre sorprende por la variedad temática de sus filmes y, esta vez, logra narrar con interés el ambiente que se vivió en los días previos y durante la celebración de aquel evento musical y social que fue el Festival de Woodstock, en 1969. El director acierta al centrarse en la historia del protagonista, un cohibido joven que sigue viviendo con sus padres y que, al cruzarse en el camino del festival, se desatará en todos los ámbitos. En ese sentido liberador, la película funciona bien, primero desde un punto de vista más humorístico y, luego, más espeso y psicodélico al introducir el viaje con el LSD. No obstante, la película es desigual y echo en falta que la música de la época esté en primer plano, porque también formaba parte de la experiencia hippie.

"La cinta blanca", de Michael Haneke [Zabaltegi]
Quizá es que esperaba más, pero la película de Haneke me deja más bien frío. Cierto que nos adentra muy bien en un ambiente social opresivo y enfermizo, en un pequeño pueblo de la Alemania previa a la 1ª Guerra Mundial. Y que los personajes están muy bien dibujados. Y que la investigación de los extraños accidentes/ataques se sigue con creciente intriga. Pero, como ocurre otras veces con este director, la falta de una resolución clara o, al menos, de una intencionalidad más marcada, me dejan con la pregunta: "bueno, ¿y qué?".

domingo, 20 de septiembre de 2009

CINE / 57º Festival de San Sebastián (1)

Con una lluvia constante en la ciudad donostiarra hemos comenzado una nueva edición de este festival que, ojalá me equivoque al final, tiene pinta de mediocre en su sección oficial (la que se supone importante) y sólo parece brillar en Zabaltegi, la sección que ofrece lo mejor de otros festivales. Restaría credibilidad a un festival que quiere seguir siendo de primera fila que su selección fílmica no lograra un nivel de calidad mínimo y tiviera que vivir de repetir lo que ha pasado por Cannes o Venecia. Esperemos que este mal augurio no se acabe cumpliendo, pero por lo visto en los primeros días parece que la cosa va por ahí.

"Si la cosa funciona", de Woody Allen [Sección Zabaltegi]
Empecemos por lo mejor, que hasta ahora nos lo ha proporcionado Woody Allen. Desde hace un tiempo se echaba de menos al Allen más sarcástico y cómico con carga de profundidad. Y hay que decir que ha vuelto. Y con fuerza. No sé si porque ha retomado su escenario favorito para rodar, la ciudad de Nueva York, o porque ha acertado de pleno con la elección del también cómico Larry David como protagonista. El caso es que "Whatever Works" ("Si la cosa funciona") funciona a las mil maravillas y despliega todo el humor ácido y negro de Woody Allen como hace tiempo que no se le veía, esta vez más certeramente dirigido contra la religión y el pensamiento reaccionario. Cierto que sigue hablando de los mismos problemas de siempre: el amor, la muerte, etc., pero hay pasajes en los que los diálogos alcanzan cimas realmente gloriosas y la película vuela siempre a gran altura. Parece increíble que con 74 años y a película por año, el genio norteamericano siga dando para tanto. Pero así es.

"Malditos bastardos", de Quentin Tarantino [Zabaltegi]
Tenía curiosidad por ver cómo Tarantino trataba el tema de la 2ª Guerra Mundial, a través de la surrealista historia de esa especie de batallón judio de élite cuya misión es arrancar cabelleras nazis. Pero, sobre todo, tenía ganas de recuperar al mejor Tarantino de "Pulp Fiction", "Reservoir Dogs" y "Jackie Brown". Y, sí, bueno, Tarantino brilla a ratos. Sobre todo en la creación de ese personaje que es el implacable coronel nazi Hans Landa (espectacular Christoph Waltz), y que pasa directamente a engrosar la galería de clásicos del cine bélico. También hay acierto en la presentación de los "malditos bastardos", encabezados por un cómico Brad Pitt, así como en parte de las tramas protagonizadas por Diane Kruger (como la actriz-espía Bridget von Hammersmark) y Mélanie Laurent (como la vengativa Shosanna). Y lo que le termina de dar empaque es el acertado tono de buen humor negro marca de la casa y que da como resultado una gloriosa reescritura de la historia.

"Le Refuge", de François Ozon [Sección Oficial]
La verdad es que si de romper moldes sociales o de presentar situaciones morales "progres" se trata, el francés Ozon se lleva todas las papeletas. Porque inicia su historia con una heroinómana embarazada tras morir su chico de sobredosis y continúa con el cuñado de la protagonista, adoptado y homosexual, acompañándola durante los meses previos al parto, y finaliza con la decisión de qué hacer con el niño, que es repudiado por la (burguesa) familia del fallecido. El caso es que todo está contado con suficiente templanza y buen oficio por Ozon, pero sin que tampoco logre mayor trascendencia.

"Chloe", de Atom Egoyan [Oficial]
Yo le creía a Atom Egoyan algo más serio en su cine. Pero en "Chloe" lo que tenemos es más bien un telefilme, que sólo se salva gracias al (habitual) buen hacer de Jualianne Moore. La película comienza de forma prometedora, con la protagonista (Moore) contratando a una prostituta para comprobar si su marido (Liam Neeson) es fiel. Pero, ah, eso de la complejidad de las relaciones es algo fuera del alcance de Egoyan, que lo resuelve todo de modo simplista y efectista, tirando por la vía fácil de la acosadora obsesiva que trata de romper la estabilidad del matrimonio.

"This Is Love", de Matthias Glasner [Oficial]
No sé muy bien qué ha querido contar el alemán Glasner relacionado con el amor. Vale, por un lado tenemos a la comisaria de policía abandonada sin razón aparente por su marido y que se da a la bebida. Y, por otro, al tipo que compra prostitutas infantiles orientales para venderlas a familias que quieren adoptar y que siente una afinidad por su última adquisición. Todo muy normal. Ya de por sí ambas historias son contadas con más pretenciosidad que resultados. Y, desde luego, todo junto es la risa (floja).

"The White Meadows", de Mohammad Rasoulof [Oficial]
Siempre tiene que haber un "tostón-pictures" en todo festival que se precie. Y éste es este filme iraní, que todavía no sé a qué carta juega. Si pretende hacer alguna crítica social o relato costumbrista o qué sé yo. Sólo seguimos el recorrido de un tipo recogiendo lágrimas de los sufridos habitantes de unas islas para terminar descubriendo al final el uso que hace con ellas. Y eso es lo peor: saberlo, porque de otro modo me hubiera ahorrado el tiempo perdido viendo la película.

jueves, 17 de septiembre de 2009

MÚSICA / Cuidado con la remasterización de los Beatles

El pasado 9 de septiembre salió a la venta la edición remasterizada de la discografía completa de los Beatles. ¿Qué quiere decir esto? Pues que se ha accedido a los masters originales, es decir, a las pistas originalmente grabadas por el mítico cuarteto de Liverpool, supuestamente, para pulir y dar esplendor a unos temas que están no sólo en nuestra memoria y corazón, sino también en gran parte de la música actual que escuchamos. Y, efectivamente, en general se ha dado un aspecto aparentemente más brillante y definido, quizá necesario para que nuevas generaciones accedan a esa música, materia básica del pop, con un sonido suficientemente arreglado.

Pero, claro, la remasterización implica unos innegables cambios (ligeros para algunos, más importantes para los que conocemos al dedillo cada nota, cada compás y cada cambio). Por ejemplo, si se realzan las voces aquí y se matizan las guitarras allá, la intención original del tema varía necesariamente. Si se pulen algunos aspectos, incluso aunque sean considerados como fallos de grabación/masterización, ¿no se está reescribiendo la historia de forma ventajista e interesada? Recordemos que todo esto es en el fondo un negocio y que, a 240 ó 250 euros el pack, es mucho dinero el que se juegan Paul McCartney y compañía.

Pero vayamos al examen práctico. He comparado canción por canción el álbum "A Hard Day's Night" (1964), tercero grabado por los Beatles, en su versión digamos que estándar frente a la remasterizada. Destaco tres diferencias muy importantes:

-En el segundo corte, "I Should Have Known Better", la mítica armónica que toca Lennon al inicio suena de forma continua en el disco original, tal y como siempre la hemos conocido. En cambio, en la remasterización, se aprecia ahora que la armónica (dentro de las cuatro vueltas que realiza) deja de sonar parcialmente en la tercera y cuarta vueltas. Probablemente se grabó así.

-En la tercera pista, "If I Fell", se nota en el CD estándar una pequeña bajada del volumen en el punto 1'46", justo cuando hay un coro entre Lennon y McCartney. Y ahora descubrimos el porqué. Al nivelar sonidos con la remasterización, sale a la luz que McCartney llega forzado a ese coro y ahora tenemos la oportunidad de "disfrutar" de una especie de grito ahogado en ese punto. ¡Gracias! :-(

-Finalmente, lo que ya me puso de los nervios. Nada menos que en "Can't Buy Me Love", la entrada de batería de Ringo Starr, que siempre hemos conocido con la alegría restallante de sus platos (a partir del punto 0'10"), es apagada claramente merced a la digitalización del sonido y la "limpieza" de supuestas impurezas. ¡Muchas gracias, por nada! :-((


En fin, mi rebote ha sido tal que no he querido seguir comparando. La decisión de optar por la versión remasterizada está en cada cual, y puede tener su cierta justificación, pero he creído necesario dar a conocer estos datos antes de elegir. Yo, desde luego, me quedo con los Beatles de toda la vida.

domingo, 13 de septiembre de 2009

POLÍTICA / La reforma sanitaria de Obama

Muy inteligente este Obama. El presidente norteamericano ha logrado convencer a sus compatriotas de la necesidad de la cobertura sanitaria universal utilizando dos ideas muy claras, que han dado la vuelta al tradicional temor de un pueblo que siempre ha considerado la seguridad social como un ataque directo a su libertad (de elegir su propio médico privado). Sí, bueno, es una actitud difícil de asumir que en una sociedad avanzada se permita abandonar a su suerte a 50 millones de no asegurados, pero de alguna forma estaba tan enraizada como ese nefasto derecho a portar armas. Así de irracionales e implantadas están las tradiciones... Pero, con argumentos, coyuntura favorable y medidas adecuadas, ahora se han vuelto las tornas: dos terceras partes de los norteamericanos aprueban esa nueva cobertura sanitaria (aún sin definir, por cierto). Eso sí, ahí siguen los lobbys de presión y los reductos de neoliberales de la salud, pero ahora son minoría y van a la defesiva.

Y esas dos ideas básicas del planteamiento de Obama que han logrado convencer al personal son bien inapelables. La primera, que la protección sanitaria es, sobre todo, un problema de las clases medias. No sólo de un puñado de supuestos marginados que se han buscado su aislamiento y no merecen que el Estado derroche en ellos. Este planteamiento ha sido el dominante durante mucho tiempo, pero la realidad lo ha roto: la codicia de los seguros médicos privados al negar cobertura, no a pobres sino a trabajadores y profesionales (algo muy bien denunciado por el cineasta Michael Moore en "Sicko"), mientras que desde 2002 sus beneficios han crecido un 428% (según la revista Harper's), se lo ha puesto en bandeja de plata al presidente. Y el segundo gran argumento es aún más sólido, porque apela al bolsillo: Estados Unidos gasta "una vez y media más por persona en sanidad que cualquier otro país, pero no por eso tenemos mejor salud" (Obama dixit). Además, el plan costará 900.000 millones de dólares en 10 años, procedentes del ahorro del despilfarro económico actual, una cifra muy inferior al tinglado militar que Estados Unidos tiene montado en Oriente Medio. Y al estadounidense le hablas de corregir el gasto ineficaz y ya te los has ganado. Jugada maestra, jaque y mate en dos movimientos. Ahora, queda por delante algo no menos complicado: materializar el plan y aunar los apoyos suficientes en el congreso. Pero la luz verde ya está dada. Muy inteligente este Obama.

domingo, 6 de septiembre de 2009

MÚSICA / Status Quo o el camino de la felicidad



Los británicos Status Quo celebran su 40 aniversario en esta gira que comenzó a finales de 2008 y que el viernes 4 de septiembre de 2009 recaló en La Riviera de Madrid. Y lo hicieron en plena forma, demostrando que se siguen dejando la piel en el escenario, donde derrochan buen hacer, sentido del espectáculo y vitalidad (a pesar de que sus principales componentes, Francis Rossi y Rick Parfitt ya superan los 60 años). A estas alturas de la jugada, ya está claro que muchas de sus canciones pervivirán para siempre en el mundo del rock'n'roll, que es lo que hacen, sin complicaciones. Tan sencillo, tan verdadero. Da lo mismo las veces que hayas escuchado sus temas, siempre suenan profesionales, siempre te llevan a dar brincos hasta la extenuación. Los acordes pregrabados de "Pictures Of Matchstick Men" (su primer single de 1968 y el motivo de este tour "Pictures: 40 Years Of Hits") dieron paso al primer tema, cómo no, "Caroline", al que siguieron muchos otros, recorriendo las décadas de los 60, 70, 80, 90 y llegando incluso hasta su último disco, "In Search Of The Fourth Chord" (2007) del que rescataron "Beginning Of The End" (probablemente, su mejor canción en muchos años). Por medio, "Whatever You Want", "Rockin' All Over The World", "Living On An Island", "What You're Proposin'", "Don't Drive My Car", "Rain", "Down, Down", "Mean Girl", "Roll Over Lay Down", "Dear John", "In The Army Now", "Red Sky"... Muchos de ellos, himnos eternos del rok'n'roll. Y, mientras ellos continúen, nosotros les seguiremos disfrutando en directo.

Status Quo - "Caroline" (live Madrid 4-9-2009)


Status Quo - "The Wanderer" / "Rain" (live Madrid 4-9-2009)


Status Quo - "Don't Drive My Car" (live Madrid 4-9-2009)


Status Quo - "Whatever You Want" (live Madrid 4-9-2009)


Status Quo - "Rockin' All Over The World" (live Madrid 4-9-2009)


Status Quo - Resumen (Madrid, 4-9-2009)

miércoles, 2 de septiembre de 2009

POLÍTICA / Subir los impuestos

A nadie le gusta que le suban los impuestos porque sí, sin un motivo de suficiente peso. Pero la visión debe cambiar necesariamente cuando estamos atravesando una crisis tan profunda como ésta, en la que el 18,5% de los trabajadores ha dado con sus huesos en las filas del paro y el tejido empresarial, a diferencia de otros países, no parece en estos momentos capaz de generar empleo. Quizá ciertos empresarios desearían más bien medidas tan solidarias como recibir subvenciones públicas para volver a competir en el "mercado libre", obtener ventajosas rebajas fiscales en las cotizaciones para mantener bajos los salarios o ejercer el despido libre para poner en la calle a otro millón más de personas.

Ya que afrontamos momentos difíciles habrá que asumir el esfuerzo de mantener unos niveles mínimos de renta de los ciudadanos que no encuentran trabajo. No parece nada descabellado. ¡Pero nadie pide caridad! Los 420 euros/mes que el Gobierno (afortunadamente, tras corregir su chapucera primera propuesta) acaba de aprobar retroactivamente desde el 1 de enero para aquellos que hayan agotado todas las prestaciones (por debajo del 75% del salario mínimo) son sencillamente la ayuda mínima que nos ahorra la vergüenza de abandonar a su suerte a 700.000 personas. Pero hay que asegurar que el trabajador se forma y se prepara para atender trabajos futuros. Dignos, claro. Porque los empresarios deben darse cuenta de que el salario aquí sigue estando muy por debajo de la media europea, mientras que el nivel de vida ha subido de forma escalofriante desde la introducción del euro. Sólo hay que viajar un poco y compararnos con otros países.

¿Y cómo mantener esos gastos sociales necesarios, no sólo para los parados, sino para los ancianos, la sanidad, la educación, etc., si el sector privado no genera ahora mismo cotizaciones suficientes? Obteniendo ingresos públicos, es decir, subiendo los impuestos. ¿Pero a quiénes? No parece razonable que la vía sean las rentas del trabajo, que son las que más están sufriendo la crisis. Si acaso algún margen se puede obtener de las mayores, superiores a los 60.000 euros anuales, por ejemplo. Y es que el IRPF todavía puede hacerse más progresivo, incidiendo en los niveles altos y aliviando los bajos. No en vano, el nivel impositivo español (37,9% del PIB en 2007 y 32,8% en 2008) también sigue por debajo de la media europea (40,9% en 2007). Pero el capital, origen precisamente de esta crisis (inicial y principalmente financiera) debería ser el objetivo prioritario: recuperar el recientemente eliminado impuesto sobre el patrimonio, pero que sea realmente eficaz, con una legislación inteligente como en Holanda, y aumentar las tasas sobre operaciones financieras especulativas. Y mejorar el sistema recaudatorio para acabar con el fraude de los listillos. Nada de esto es sencillo, pero una sociedad avanzada no es la que es más rica en términos macroeconómicos, sino la que sabe atender las necesidades de todos sus ciudadanos con justicia social.

Más información:
EL GASTO SOCIAL DE ESPAÑA, POR DEBAJO DE LA MEDIA DE LA UE